"Yo no digo nunca lo que creo, ni creo nunca lo que digo, y si se me escapa alguna verdad de vez en cuando, la escondo entre tantas mentiras que es difícil reconocerla". ¿Cómo creer a un hombre que dijo algo así, sobre todo cuando su nombre es Nicolás Maquiavelo? Sin embargo, su pensamiento político es indudablemente lúcido. Dijo, por ejemplo, que "no hay nada más difícil de emprender, ni más dudoso de hacer triunfar, ni más peligroso de administrar que la elaboración de un nuevo orden".

La sentencia mantiene todo su vigor en el actual momento político. Pero también es de aplicación en el económico, más allá de las dificultades para sacar adelante una regulación que evite nuevas crisis. El nuevo orden del crecimiento y de subidas de los mercados, así, se enfrenta continuamente a dificultades.

La jornada de ayer fue un buen ejemplo de ello. Hubo una oleada de datos y noticias económicas de distinto signo que dejaron a los inversores indecisos y al mercado con poca actividad. Ante esta situación, al final la sesión la marcaron dos variables. El euro se revalorizó ligeramente tras la publicación de las actas de la FED (retraso de la subida de tipos en Estados Unidos hasta después del verano) y los mercados cayeron. Pero la apertura alcista de Wall Street permitió cerrar con ligeras subidas. El Ibex 35, así, se revalorizó un 0,18%, a los 11.595,4 puntos, con el euro en los 1,11 dólares y la prima de riesgo a la baja hasta los 114 puntos básicos.