El pleno de la Diputación de Burgos mostró ayer su rechazo al ERE de Ibercaja, una reestructuración que consideran «desproporcionada e injusta» y que supondrá la supresión de 80 empleos en Burgos. El ajuste laboral afecta a 549 trabajadores y supone el cierre de 160 oficinas en toda España.

El pleno de la Diputación Provincial se solidarizó con los trabajadores de Ibercaja, respaldando sus exigencias de paralización del ERE y apertura de un proceso de negociación «serio». En una declaración institucional suscrita por los cuatro partidos políticos con representación, PP, PSOE, Cs e Imagina, la Diputación mostró su rechazo ante una medida que califica como «injusta». La reestructuración planteada por Ibercaja es «desproporcionada e injusta, máxime si tenemos en cuenta los motivos que se aducen y los datos económicos de la entidad», apuntaron.