El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha instado este miércoles en Madrid a los bancos de la zona euro a seguir reduciendo sus oficinas y plantillas. "Hay aún un amplio márgen para que una gran parte del sector financiero mejore su rentabilidad mediante el aumento de sus esfuerzos para mejorar la eficiencia operativa (relación entre gastos e ingresos) vía una recorte de costes orgánicos: la eficiencia de los bancos de la zona euro no ha mejorado desde el 2010 y, según las estadísticas, compara de forma desfavorable con muchos de sus competidores internacionales", ha advertido en unas jornadas organizadas por el Banco de España.

Draghi también ha defendido la política monetaria ultraexpansiva del BCE, criticada por algunos países como Alemania, y ha argumentado que es pronto para empezar a retirarla, como viene sosteniendo desde hace meses. Estas medidas, ha admitido, pueden tener efectos secundarios perniciosos, pero de momento estos pemanecen "contenidos".

"Nuestra evaluación actual de los efectos secundarios sugiere por lo tanto que no hay razón para desviarse de las indicaciones que hemos estado proporcionando consistentemente en la introducción de nuestras conferencias de prensa (posteriores a las reuniones del consejo de gobierno del BCE en que se deciden las medidas)", ha insistido.

En esta línea, ha afirmado que no se están produciendo de forma general burbujas en los créditos ni en el sector inmobiliario ha cauda de la política monetaria. Pero, eso sí, ha precisado que el banco central vigila "de forma estrecha" la evolución de los efectos secundarios en algunos países y áreas de negocio.