No constaba como favorito ni en las casas de apuestas para todo ni en las quinielas de los académicos más iniciados en el ceremonial de preselecciones y presión al comité que ortorga el premio. Claro que el hecho de ser varón, mayor de 67 años y dar clase en EEUU daba a Angus Deaton(Edimburgo, Escocia, 1945) el perfil adecuado para desencadenar el consabido «lo merece, me lo esperaba». Ese es el perfil mayoritario de los 75 premios nobel de Economía.

A Deaton, hoy profesor en Princeton (Nueva Jersey) se le reconoce este año su mérito innovador por haber creado modelos económicos de investigación que permiten ver los efectos de las decisiones macroeconómicas (políticas fiscales, financieras, grandes inversiones, etcétera) entre las clases más desfavorecidas. El premiado tiene la singularidad de haber trabajado básicamente en temas de consumo y selección de gasto de las familias según sus prioridades y necesidades, pero a la vez relacionarlo con los efectos de las decisiones de los gobernantes.

PREMIO DISCUTIDO

Para quienes no siguen los avatares anuales de los premios que otorga cada año desde 1968 el Banco de Suecia en honor de Alfred Nobel(fallecido en 1896), coincidiendo en fechas y dotación económica con los premios que sí instituyó el ingeniero sueco, el galardón para Deaton se ha inscrito enseguida en la estela de los premios que recientemente se otorgaron a investigadores favorables a las políticas de redistribución públicas. Los más conocidos, sobre todo por su continuada presencia pública son Joseph Stiglitz (premiado en el 2000, compartido) y Paul Krugman (2008). Ambos están inscritos en el ala progresista académica de EEUU, cercana al Partido Demócrata. Fue Krugman quien acuñó el término austericidio para describir las políticas restrictivas europeas.

Pero no es el caso de Deaton, cuyos análisis son, en todo caso, coincidentes con esos postulados, pero no en forma doctrinaria. Al nuevo premiado se le reconocen, sobre todo, sus trabajos sobre las decisiones del consumidor, en especial cuando sus recursos son escasos.

ELEGIR POR FUERZA

En la justificación del premio, el jurado destaca que «para diseñar políticas económicas a favor del bienestar y de la reducción de la pobreza, primero debemos entender las decisiones individuales de consumo. Y Deaton ha contribuido, más que nadie, a mejorar esta comprensión». Faltaba añadir que el galardonado elaboró buena parte de sus tesis a partir del estudio de las desigualdades en la India.

«Algunas personas son tan ricas que ni siquiera necesitan de la existencia de un Gobierno. No necesitan que este les provea educación pública, sanidad e incluso servicios de seguridad o tribunales de justicia porque ellos mismos pueden comprar sus propios abogados o policías», declaró Deaton en el 2012.

De ahí se deduce su opción decidida por las políticas redistributivas públicas en materia de educación y sanidad.