Los parques eólicos de Aragón han funcionado viento en popa el pasado fin de semana. El fuerte cierzo de los últimos días, aunque molesto para los ciudadanos de a pie, tiene su repercusión positiva para las empresas eléctricas y el medio ambiente, ya que las energías limpias evitan la emisión de sustancias contaminantes. Durante los últimos días, la producción eólica de la comunidad se ha mantenido entre los valores históricos más elevados.

Los aerogeneradores trabajaron a tal ritmo que el consumo eléctrico de todos los aragoneses se podría haber autoabastecido con creces --en términos estadísticos-- con esta fuente no contaminante. Según los datos facilitados por Endesa, la producción de energía con viento llegó a 1.700 megawatios (MW) el pasado sábado y a 1.500 el domingo, lo que supone un 50% más de toda la demanda eléctrica regional que hubo esos días, que fue de 1.100 y 900 MW, respectivamente.

La guinda de estos resultados la puso el aerogenerador G128-4,5 MW que Gamesa tiene instalado en el parque de I+D ubicado en Jaulín, que alcanzó el domingo un nuevo récord de producción energética de una turbina en España, desde que se instaló en abril de 2009. Este molino, que tiene 120 metros de altura y palas de más de 62,5 metros de longitud, generó 97,34 megawatios por hora (Mw/h) y trabajó al cien por cien de disponibilidad. Se trata de su segunda mayor cuota, tras la registrada el pasado 1 de junio, que fue de 98,26 MW/h, según informó ayer la compañía a este diario.

El aerogenerador G128-4,5 MW, el más potente del mercado eólico de tierra en el mundo, ha vertido a la red este año más de 6 GWh y sitúa a Aragón en la vanguardia tecnológica de este sector. Entre sus principales singularidades se encuentra su ligereza, pese a sus dimensiones. La producción anual de este molino de viento puede proporcionar electricidad a 3.169 hogares al año y sustituir cerca de 1.000 toneladas equivalentes de petróleo (tep/año). Que el viento no pare.