El comprador de Catalunya Banc contará con importantes ayudas públicas, que podrían alcanzar hasta un máximo de 8.000 millones de euros. El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) se plantea conceder un esquema de protección de activos (EPA) que incluya la cobertura de los créditos a pymes, refinanciaciones y el impacto de la eliminación de las cláusulas suelo de las hipotecas, según reconoció ayer el director general del FROB, Antonio Carrascosa.

A juzgar por la valoración que realizaron los bancos compradores en la subasta anterior, la pérdida esperada correspondiente a los créditos que no fueron traspasados en su día a la Sareb puede superar los 3.000 millones de euros. De hecho, algunos de los compradores pidieron entonces al FROB que el EPA cubriera esa cantidad, lo que no fue aceptado en aquella ocasión.

Además, el principal accionista de CatalunyaCaixa (marca comercial de Catalunya Banc) y NovaGalicia Banco reconoció ayer que se está considerando activar los créditos fiscales de esos dos bancos. En el caso de la entidad, los ya reconocidos en balance ascienden a 1.600 millones de euros que el comprador podría descontar del impuesto sobre beneficios en el futuro. Pero, el importe total de créditos fiscales que podrían activarse puede ascender a 5.500 millones, según fuentes financieras. Aunque existen reticencias por parte de Bruselas para aceptar que se activen esos créditos, Carrascosa confirmó que el Gobierno negocia modificar esas condiciones.

La subasta de Catalunya-Caixa tendrá lugar a partir de octubre. Es posible que sea algo más tarde, una vez resuelta el ajuste de plantilla. Antes debe haberse concretado la venta de EVO Banco, la red de fuera de Galicia de NCG, cuya venajenación está prevista para agosto. Carrascosa indicó que varios fondos de inversión han mostrado interés.