La más que posible entrada de Fagor Electrodomésticos en concurso de acreedores amenaza con llevar a la quiebra a miles de familias vascas. Socios cooperativistas, exsocios y familiares consideran "muy difícil" recuperar el dinero invertido en la cooperativa, un doble mazazo para muchas personas que además acabarán perdiendo el empleo.

De los 5.600 trabajadores que la firma tiene en todo el mundo, 2.000 desarrollan su trabajo en Euskadi, y de ellos 1.700 son socios cooperativistas. Aunque aún confían en poder recolocarse en otras cooperativas de la Corporación Mondragón, no han recibido ninguna garantía, mientras las malas noticias sobre su patrimonio económico se acumulan: si Fagor Electrodomésticos entra finalmente en un proceso de liquidación, la normativa establece que tendrían prioridad para cobrar las entidades financieras (bancos y cajas), posteriormente la administración pública (Seguridad Social o Hacienda, por ejemplo), y en tercer lugar, acreedores y trabajadores asalariados. Al tratarse de una cooperativa, los socios son en realidad dueños de la empresa, por lo que la recuperación de sus aportaciones queda en último lugar, posiblemente cuando todos los fondos estén agotados.

Llegado el caso, los socios cooperativistas no dispondrían de paro, aunque la Corporación Mondragón dispone de su propio sistema de cobertura gestionado por Lagun Aro EPSV que garantiza entre uno y dos años de salario. Para poder hacer frente a las grandes cantidades de dinero que habrá que desembolsar, y que podrían llegar hasta los 200 millones de euros, se ha acordado incrementar la cuota que abonan todos los cooperativistas del grupo vasco.

No es esta la situación de los 230 trabajadores de Edesa de Basauri (Vizcaya), cooperativistas de Fagor Electrodomésticos pero que cotizan al Régimen General. Temen ser "abandonados" y que no se les busque recolocación, por lo que han anunciado que la semana que viene iniciarán encierros en grupos de 10 para exigir soluciones. La preocupación se extiende a las 200 familias que han realizado aportaciones voluntarias o préstamos de capital social a la empresa como fórmula de ahorro. En muchos casos se trata de las reservas familiares de toda la vida.

La asociación de afectados Ordaindu (Pagad) denuncia que Fagor Electrodomésticos les "retiene" 87 millones de euros, cuando están comprometidos a devolverlo a los socios si estos lo reclaman con un mes de antelación. En medio de su desesperación, aguardan una explicación de la empresa que no llega.