Desde la subida del IVA a la reforma del mercado de trabajo, el Gobierno de Mariano Rajoy ha ido adoptando como un alumno aplicando todas las medidas prescritas desde el Fondo Monetario Internacional (FMI). Pero el organismo que preside la francesa Christine Lagarde no parece tener bastante con las reformas y recortes anunciados en los últimos meses, según se desprende de las declaraciones de su director de asuntos monetarios. “Ambos Gobiernos están muy comprometidos y vemos que están sucediendo allí cosas muy buenas, pero no es suficiente”, ha dicho Olivier Blanchard, refiriéndose a España e Italia.

Sus declaraciones en un vídeo pregrabado acompañan al último informe sobre las 'Perspectivas Económicas Mundiales' presentado este lunes en Washington, un informe que actualiza las predicciones realizadas en abril. Como era de esperar, escasean las buenas noticias para España. El FMI estima que la recesión será más profunda en el 2013 de lo esperado, y eso que no ha tenido tiempo para incluir en sus cálculos el paquete de recortes anunciado el viernes por el Ejecutivo, llamado a reducir el poder adquisitivo de los ciudadanos y a contraer el consumo.

En lugar de crecer una décima, como había previsto hace tres meses, la economía cerrará el 2013 con un crecimiento negativo del 0.6. Para este año prevé que los números rojos sean del 1.5.

El informe también pronostica que el déficit acabará el año en el 7% del PIB, un punto más de lo previsto en abril y siete décimas por encima del nuevo techo pactado con la Unión Europea tras la reciente moratoria concedida al Gobierno. En este caso, sin embargo, los 56.000 millones de euros que el Estado pretende ahorrar en los próximos dos años y medio con los recortes del viernes deberían contribuir a rebajar la cifra del FMI. En el 2013, el déficit quedaría en el 5.9%, 1.4 puntos por encima del objetivo pactado con la UE.

Agujero profundo

El FMI considera que “pese al ambicioso paquete de consolidación” fiscal adoptado por el Ejecutivo y “centrado principalmente en el gasto” (al menos hasta el anuncio de la subida del IVA), el déficit se quedará este año por encima de sus previsiones debido a la caída de los ingresos motivada por la recesión, al aumento del coste de las pensiones y el seguro de desempleo y al incremento de los intereses de la deuda.

Según Blanchard, España e Italia “están en un agujero muy profundo” y “necesitan ayuda” del resto de los países de la eurozona. “Es imperativo que sean capaces de financiarse a unos intereses razonables. No pueden seguir pagando por sus préstamos un 6% o un 7% durante mucho tiempo”, dice el lugarteniente de Lagarde, para el que es necesario que los dos países sigan implementando “el ajuste de competitividad” y la “consolidación fiscal”.

Crítica indirecta

El informe también refleja el crecimiento disparado de la deuda pública, el indicador más saneado que tenía España antes del estallido de la crisis. De representar en el 2011 el 68.5 del PIB, se pasará este año al 90.3% y al 96.5 en el 2013. Estos números reflejan una revisión al alza del 11.2 y 12.5 puntos respecto a las previsiones de abril que, de cumplirse, sutuarían el nivel de la deuda por encima del de Alemania, Francia y la media de la eurozona.

En la única crítica indirecta del FMI a la gestión del Gobierno, el informe asegura que la reacción inicial adversa de los mercados al rescate a la banca concedido por la UE se debió “a la falta de un programa exhaustivo para reestructurar el sistema financiero y a la ausencia de detalles sobre el préstamo”.