El nivel medio de precios de la cesta de la compra se ha situado en octubre ligeramente por debajo del que existía en igual mes del año pasado, reflejando así los efectos de la debilidad del consumo durante la recesión económica. El Instituto Nacional de Estadística (INE) adelantó ayer que la inflación se sitúa en el -0,1% respecto al mismo mes del 2012, cuatro décimas por debajo del 0,3% de septiembre.

En tasa mensual, el índice de precios de consumo (IPC) ha subido el 0,4% respecto a septiembre, frente al 0,8% del año pasado. En espera de que el INE detalle los datos el 13 de noviembre, ayer adelantó que el IPC de octubre refleja la bajada de precios de alimentos y bebidas no alcohólicas y una menor subida de la enseñanza universitaria.

DEFLACIÓN Hacía cuatro años que la inflación española no se adentraba en terreno negativo. En el 2009, coincidiendo con la etapa más profunda de la recesión (el PIB llegó a anotar una caída interanual del 4,5%), la inflación encadenó ocho meses de tasas negativas que, sin embargo, no llegó al diagnóstico de deflación. Se considera que existe deflación cuando se produce una caída generalizada y prolongada de precios capaz de desencadenar una espiral destructiva de márgenes empresariales, negocios y empleo.

No parece que la situación actual anuncie una deflación. Así al menos lo piensa el propio ministro de Economía, Luis de Guindos, que definió la tasa negativa de inflación como una "anomalía transitoria" y adelantó que el índice volverá en los próximos meses al terreno positivo, "aunque con tasas muy moderadas". Durante su comparecencia en la Comisión de Economía del Senado, el ministro pronosticó que durante los seis próximos meses la inflación se situará en "una media" del 0,5% y que permanecerá por debajo del 1% "durante muchos meses" más. Según De Guindos, eso es una "muy buena noticia" para el poder adquisitivo de las familias.

Expertos consultados por Europa Press coincidieron en rechazar el riesgo de deflación y en relacionar la tasa negativa de inflación con la debilidad del consumo. Lo normal es que los precios acompañen a la situación económica y lo "atípico" han sido las grandes subidas del IPC mientras el PIB caía, según Marian Fernández, de Inversis.

En su intervención en el Senado, De Guindos también valoró el dato sobre el PIB que publicó el INE. El organismo confirmó ayer que, según lo avanzado hace una semana por el Banco de España, la economía creció el 0,1% en el tercer trimestre respecto al segundo, si bien la tasa anual se mantiene en el -1,2%.

El primer índice positivo de crecimiento trimestral tras otros nueve de caídas consecutivas confirma la salida técnica de la recesión, si bien esta aún será "frágil, tenue y modesta", según De Guindos. El ministro se esforzó por transmitir un mensaje de "cauto optimismo" ya que, según dijo, "si nos pasamos de optimistas podemos generar un efecto rebote en la opinión pública" y "frustración".

Sin embargo, insistió en el cambio de rumbo de la economía española y pronosticó que las próximas previsiones de organismos internacionales como FMI, OCDE y Comisión Europea incluirán una revisión al alza sobre España.

"En España estamos perdiendo el miedo a perder el empleo", dijo el ministro, como indicador adelantado de una próxima mejora del consumo privado. Sobre de saneamiento financiero y al examen del BCE sobre las entidades, se mostró tranquilo ya que "no hay dudas de que en la banca española ya no hay cadáveres en el armario", dijo. Según De Guindos, para contribuir a la recuperación el Gobierno debe avanzar en las reformas.