En poco más de dos años Glovo se ha convertido en una de las principales aplicaciones de mensajería en España. Nació en Barcelona, en marzo del 2015, de la mano del joven Óscar Pierre y el londinense Sacha Michaud. Este último visitó hace unos días Zaragoza, donde cuenta ya con un centenar de glovers, que es como denomina la empresa a sus repartidores que van en bici o moto, quienes trabajan como autónomos. Es además la ciudad donde más ha crecido este año.

-¿Cuáles son las claves del éxito de Glovo?

-Es muy útil, la gente nos utiliza para hacer un recado, para ir a la farmacia a las 11 de la noche, porque le falta hielo en una fiesta… Como anécdotas en Zaragoza, un repartidor fue a despertar a un hombre a casa porque tenía una reunión importante y otro registró a un recién nacido como socio del Real Zaragoza. Y si la experiencia del usuario es buena, repite. Tenemos muy pocas bajas.

-¿Y a nivel empresarial?

-La velocidad de ejecución. Llevamos poco más de dos años y hemos conseguido muchísimo. Desde el inicio somos una empresa de tecnología, hemos decidido que toda la tecnología sea nuestra y hemos invertido mucho en la plataforma digital, en algoritmos, optimización… Y tenemos un muy buen equipo, que hoy está formado por unas 100 personas en plantilla.

-¿Esta pequeña estructura es la que les ha permitido crecer tan rápido?

-El negocio funciona en torno a la plataforma. Cuando un usuario hace un pedido, nosotros identificamos a través de la aplicación a los glovers más aptos para hacerlo y ellos realizan el pedido en menos de media hora. Eso supone que el usuario tenga una buena experiencia. Los repartidores tienen un trabajo flexible. Pueden conectar y desconectar cuando quieran, hacer multiempleo… Esto hace que sea una empresa muy eficaz.

-Pero la elección de horarios depende de la valoración que los ‘glovers’ tengan de los usuarios y la fidelidad a la plataforma…

-Dos veces a la semana abrimos ventanas de horarios. Los glovers pueden elegir mejores horarios por antigüedad y rating (opinión del usuario). Es una manera de que los que tienen mejor rating tengan mejores horarios. De todas formas, si dices ‘voy a trabajar de 12 a 16’ y luego no puedes porque tienes que llevar a tus hijos al colé no pasa nada. No penaliza. Hay plus por acertar pero no penalizamos por no hacerlo.

-Hace poco los repartidores de Deliveroo convocaron huelga. ¿Ocurrirá lo mismo en Glovo?

-No sé… Hemos hecho encuestas internas y nueve de cada diez glovers están satisfechos o muy satisfechos con la plataforma. Además, nueve de esos diez nos recomendaría a un amigo. En general están contentos. Pueden ganar entre 5 y 7 euros por pedido. Cobran un comisión (fee) mínima por pedido, otra por distancia y tiempo de espera en el comercio. Por clima adverso y nocturnidad hay pluses. Buscamos que sea lo más justo posible.

-¿Hay mucha rotación entre los repartidores?

-No, pero como estamos creciendo se incorporan muchos mensajeros cada semana en todas las ciudades.

-Un repartidor que trabaja 30 horas a la semana, ¿cuánto cobra de media?

-Depende del pedido, de la distancia… Partiendo de que cada pedido puede suponer siete euros y los repartidores pueden hacer 1,5 pedidos a la hora, si trabajan 30 horas a la semana pueden ganar 270 euros.

-De ahí tienen que descontar los gastos de autónomo…

-Eso es. Son autónomos, ponen su bicicleta, necesitan teléfono móvil, se suele recomendar un cargador y luego compran o alquilan la caja.

-¿Funcionan como falsos autónomos?

-En el caso de Glovo, pueden elegir los horarios, así que no es cierto…

-Pero como ha dicho antes, no siempre pueden elegirlo…

-Más o menos sí. Si tienen uan buena valoración de los usuarios y llevan tiempo sí que pueden. Solo hay problema puntual cuando hay saturación. Hacemos lo que nos parece justo. Algo muy importante es que muchos repartidores trabajan en sitios diferentes, tienen flexibilidad. La semana pasada estuve en Andalucía y muchos de ellos eran parados de larga duración. Esto les ha permitido entrar en el mercado y tener unos ingresos. El gran problema aquí no son las plataformas digitales, sino la regulación laboral de los autónomos, que está anticuada. No es lógico que uno que gana 100 euros pague lo mismo que otro que factura 2.000. En Francia y en Reino Unido los autónomos pagan por lo que ganan. Es un problema que afecta a todo el flexiempleo que va a desarrollarse en España.

-¿Qué coste tiene para un establecimiento adherirse a Glovo?

-Vamos a éxito: solo cobramos una comisión por pedido. Así reducimos el coste al usuario. Ya son más de 150 los establecimientos adheridos en Zaragoza.

-¿Cuáles son los retos de futuro de esta ‘startup’?

-El siguiente paso es seguir consolidándonos en España y expandirnos a Italia y Francia. También seguir optimizando la tecnología para ofrecer una mejor experiencia al usuario.