El mercado eléctrico está desbocado. El frio y la escasez de lluvia entre otros factores han provocado que el precio medio de este miércoles alcance un nuevo récord de cuatro años, hasta los 78,8 euros por megavatio por hora (Mwh). El nivel máxima de la jornada se alcanzará a las 21 horas, con 92,60 euros.

Con esta tendencia, el coste en el mercado mayorista pulveriza los que se registraban en abril pasado, en un nivel de 24 euros. Como consecuencia de esta evolución, la parte de la tarifa regulada (PVPC), que está sujeta a las variaciones horarias y que tienen más de 12 millones de usuarios, seguirá la tendencia al alza que inició en mayo pasado y que va camino de consolidarse.

La semana pasada, el precio del kilowatio (kW) alcanzó los niveles de hace cuatro años, al situarse en una media de 75,28 euros. Supuso nuevo máximo desde diciembre del 2013, cuando el Gobierno del PP invalidó el sistema de subastas trimestrales precisamente porque la tarifa regulada se estaba disparando.

BONO SOCIAL

Este nuevo incremento de los precios, que se conocen hacia el mediodía y que entran en vigor en la jornada siguiente, se afianza una tendencia alicista de la tarifa, que suma un alza de más del 30% desde mayo pasado. Se produce además el mismo día en el que el ministro de Energía, Álvaro Nadal, ha convocado a los distintos partidos para consensuar una postura para reformar el bono social, cuya financiación invalidó hace unos meses el Tribunal Supremo.

El objetivo, según el decreto aprobado en diciembre, es que existan distintos tipos de descuentos en función del nivel de renta del usuario, en lugar de una única rebaja como con la anterior regulación, que incluía a los pensionistas, a las familias con todos sus miembros en el paro, las familias numerosas y otros casos considerados vulnerables.

Para los expertos, la evolución de los precios demuestra que la reforma acometida por el anterior ministro de Industria, José Manuel Soria, que dimitió por su relación con los 'Papeles de Panamá', no atacó el problema de fondo del sistema. Y ese es que los precios no reflejan lo que cuesta realmente producir la energía y están sujetos a variabilidades y factores aleatorios como si llueve, hace viento o apenas hace sol.