La principal patronal de Japón, Keidanren, ha expresado su apoyo a la subida del salario mínimo en el país de un 3% para el 2016, una medida propuesta por el Gobierno para fomentar el consumo y reactivar el crecimiento de la economía.

El primer ministro nipón, Shinzo Abe, ha solicitado este incremento salarial a los representantes del sector privado en varias reuniones mantenidas esta semana, dentro un nuevo paquete de medidas para dar un nuevo impulso a la tercera economía mundial.

El presidente de Keidanren, Sadayuki Sakakibara, respaldó la medida y pidió a las empresas niponas "que suban los sueldos más de lo que lo hicieron el año anterior, con vistas a alcanzar un aumento nominal del 3%", según dijo en declaraciones recogidas por la agenciaKyodo.

Por su parte, el primer ministro nipón valoró el encuentro como "muy positivo", y recalcó que la reactivación de la economía nipona "depende de las inversiones de capital y de las subidas salariales".

El incremento salarial es un factor clave para el llamado "Abenomics", el programa económico del Ejecutivo, que aspira a crear un círculo de crecimiento en beneficios corporativos, sueldos y consumo para poner fin al ciclo deflacionario que Japón padece desde hace casi dos décadas.

No obstante, algunos analistas y otra de las mayores organizaciones patronales del país, la Cámara de Comercio e Industria de Japón, han señalado que la cifra del 3% "no es realista", y han advertido de que las pequeñas y medianas empresas tendrán dificultades para alcanzarla.

El salario mínimo legal se fija en Japón a nivel regional en función del coste de la vida, y para el actual ejercicio fiscal, su media nacional se situó en 798 yenes (6,1 euros/6,5 dólares) por hora, lo que supuso un 2,3% más que en el 2014.

En su reunión con Abe, Keidanren también solicitó al primer ministro nipón que "mejore las condiciones de negocio" a través de medidas como una bajada del impuesto de sociedades o reformas normativas que faciliten la inversión de capital.

En particular, los representantes empresariales pidieron a Abe que rebaje el impuesto de sociedades para el próximo ejercicio fiscal por debajo del 30%, como en otros países del entorno (en China o Corea del Sur, ronda el 25 y el 24%, respectivamente).

Esta rebaja facilitaría que la inversión en capital de las empresas se expandiera en unos 10 billones de yenes (77.000 millones de euros/82.000 millones de dólares) durante los próximos tres años, afirmó Sakakibara.

A finales de septiembre, el primer ministro nipón se marcó el objetivo de incrementar el producto interior bruto hasta los 600.000 millones de yenes (4.500 millones de euros/5.032 millones de dólares) hacia el 2020.

Para alcanzar esta ambiciosa meta, la economía de Japón, que volvió a entrar en recesión en el tercer trimestre del año, deberá crecer a un ritmo superior al 3 % anual.