La compañía de electricidad Endesa ha detectado 47.800 casos de electricidad captada ilegalmente en el 2016, y solo el 1% de estos casos se pueden atribuir a familias en situación de vulnerabilidad, según ha explicado la empresa en un comunicado. Con estas cifras, la compañía constata que prácticamente todo el fraude que sufre por manipulación en las instalaciones ha sido protagonizado por "las grandes empresas y los grandes consumidores". Uno de los casos más sonados del pasado año fue el de una cadena de hoteles de Lloret que pinchaba la electricidad en cuatro de sus establecimientos en plena temporada turística y con el riesgo que esta práctica comportaba para sus instalaciones.

En total, la energía recuperada en los expedientes tramitados por la compañía ascendió a más de 647 millones de kWh -equivalente al consumo de la provincia de Tarragona durante un mes-, un 61,5% más que en el 2015. Ante estas evidencias y el aumento de estas prácticas, Endesa ha alertado que la ejecución de este tipo de fraude no tiene solo un efecto económico, sino que "implica poner en grave riesgo la seguridad y la salud de las personas que conviven o están próximas al defraudador y a las instalaciones que tiene manipuladas" y ha recordado que "es un acto delictivo penado por ley".

En este sentido, la compañía ha advertido que "conectarse ilegalmente a la red o a un contador puede causar que se electrocute el manipulador así como incendios no solo en estas instalaciones, sinó que incluso puede producir accidentes similares a las persionas que vivan cerca o entren en contacto con las instalaciones retocadas". De nuevo, el caso de los hoteles de Lloret que se descubrió porqué la coinexión ilegal acabó siendo la causa de un incendio, es el mejor ejemplo de estos riesgos.

Otro elemento a tener en cuenta para rechazar este tipo de prácticas, destaca Endesa, es que pinchar la luz es "un recurso ilegal que utilizan algunas empresas y grandes consumidores domésticos para abaratar su factura eléctrica a costa del resto de consumidores". Y añade, que el "efecto negativo del fraude no repercute en las compañías eléctricas, sinó que, igual que sucede con el fraude fiscal, afecta directamente a los recursos del resto de empresas y ciudadanos, porque se traduce en un incremento de la factura eléctrica". Ante esta situación, la eléctrica está realizando "acciones efectivas contra el fraude con el apoyo de equipos especializados y aplicando los avances tecnológicas a las redes inteligentes".