El fuerte encarecimiento del precio mayorista de la electricidad sigue lastrando los resultados de Endesa, que ganó 1.085 millones de euros entre enero y septiembre, el 16,9% menos que un año antes. La falta de lluvias y viento ha reducido la producción hidroeléctrica y eólica, que han sido sustituidas por otras tecnologías más caras, lo que ha encarecido un 47,9% el precio de la energía que compra la compañía para venderla a sus clientes del mercado liberalizado. Además, los combustibles que adquiere para generar electricidad también se han disparado (46,5%).

Pese a ello, su consejero delegado, José Bogas, confirmó las previsiones que la firma anunció para este año: un dividendo de 1,32 euros por acción, un beneficio de 1.400 millones y un resultado bruto (ebitda) de 3.400 millones, en línea con los del 2016. «El escenario de mercado para el último trimestre, así como el impacto positivo de las acciones puestas en marcha nos permiten asegurar que estamos en condiciones de cumplir los objetivos anunciados al mercado para 2017», apuntó en una nota.

El ejecutivo, así, explicó que la situación del negocio liberalizado «se ha normalizado» durante el verano, al tiempo que destacó la contribución positiva (112 millones de mayor margen bruto) de la consolidación de los activos renovables de su matriz, la compañía semipública italiana Enel, y de los planes de ahorro de costes de los últimos años.

Los ingresos de la compañía presidida por Borja Prado subieron el 5,1%, a los 14.824 millones, pero el incremento de los costes de la compra de energía para sus clientes liberalizados (26,5%) provocó que el margen bruto cayera el 7,7%, a los 4.006 millones, y que el ebitda bajase el 11,2%, hasta los 2.548 millones.

EL BONO SOCIAL

La estabilidad de la aportación del negocio regulado (1% más de margen bruto) y la recuperación de 142 millones del bono social del 2015 y el 2016 decretada por el Tribunal Supremo lo compensaron en parte.

Los costes fijos cayeron el 3% en términos homogéneos (sin tener en cuenta la compra de los activos renovables de Enel). El flujo de caja operativo bajó el 46,2%, a 1.179 millones, por la caída de los resultados y por la menor contraprestación por el servicio en las islas. La deuda neta aumentó en 815 millones pese a que la firma destinó 1.411 millones al pago de dividendos. Las inversiones bajaron un 14% (632 millones).

Hasta septiembre, alcanzó una cuota de mercado del 38,6% en generación peninsular ordinaria, del 44,3% en distribución, del 35,5% en ventas a clientes liberalizados y del 3,5% en generación de tecnologías renovables.