El impacto de las reformas eléctricas del Gobierno, algunos cambios normativos en países sudamericanos y la fortaleza del euro frente a las monedas del subcontinente pasaron factura al beneficio de Endesa entre enero y septiembre. La compañía ganó 1.219 millones de euros, un 21,4% menos que un año antes. Con todo, la mayor eléctrica española, filial del grupo semipúblico italiano Enel, ve signos de mejoría en la evolución de su negocio en España gracias al aumento de la demanda industrial, el alza de la producción y la mejora del mercado liberalizado. La demanda doméstica del mercado regulado, menos rentable, sigue sin remontar.

El beneficio en España y Portugal (región en la que va a quedar concentrada Endesa tras el reciente traspaso de los activos americanos a Enel, que se plasmará en las próximas cuentas) fue de 755 millones, el 27,1% menos. Las medidas ñretroactivasO del Gobierno (particularmente un cambio en los ingresos que recibe la compañía por prestar servicio en las islas, Ceuta y Melilla) le restaron 114 millones, mientras que las filiales Nuclenor (central nuclear de Garoña) y Elcogas (planta el Puertollano, Ciudad Real) registraron pérdidas de 96 millones. Sin estos efectos, destacó la firma, el resultado bruto de explotación de la división ibérica hubiera quedado plano en lugar de caer el 6,4%, hasta los 2.484 millones.

El resultado en Latinoamérica cayó un 9,9%, hasta los 464 millones, por la "fuerte devaluación" de las divisas de la región y algunos cambios legales en Chile y Brasil, además de porque en el periodo del 2013 con que se compara hubo ingresos extraordinarios en Argentina.

El consejero delegado, José Bogas, destacó que la venta de las filiales latinoamericanas dará 1.600 millones al beneficio del cuarto trimestre. El ejecutivo reiteró ante los analistas que Endesa está estudiando presentar una oferta por una parte de los activos que E.On ha puesto a la venta en España.