Endesa anunció ayer que ha reanudado la compra de carbón a las dos compañías mineras turolense que siguen en activo después de casi tres meses en blanco. La compañía eléctrica adquirirá hasta final de año 120.000 toneladas a Samca, que suministra en torno al 90% del mineral autóctono que alimenta la térmica de Andorra, mientras que en las últimas semanas se ha hecho con otras 30.000 toneladas de Compañía General Minera de Teruel.

La medida supone un balón de oxígeno para el sector, pero los sindicatos consideran que no servirá para aliviar o revertir la cascada de despidos que viene sufriendo el sector. Los protestas previstas siguen en pie.

En lo que va de año se han quedado sin empleo unos 170 trabajadores en el tejido de subcontratas y firmas auxiliares --incluidas las de transporte-- que operan en las minas de Teruel, según la última estimación realizada por UGT. El mayor foco de los despidos se ha producido como consecuencia de la suspensión de la actividad en el desmonte (explotación a cielo abierto) de Samca en Ariño. Esta mina seguirá cerrada porque el carbón que comprará Endesa procederá de la mina de interior, que precisamente será clausurada a finales de año.

Para el responsable de Minería de CCOO Aragón, Antonio Montoyo, el anuncio de Endesa es "positivo" pero no resolverá los "gravísimos" problemas del sector. "Lo único que puede enderezar la situación es el cumplimiento por parte del Gobierno del acuerdo marco", señaló, en referencia al Plan del Carbón 2013-2018, que contempla un hueco térmico del 7,5% en el mix energético nacoinal para la quema de carbón autóctono.

En la misma línea se posicionó el secretario comarcal de UGT en Andorra, Alejo Galve: "no va a suponer ningún alivio. Es una compra que ya estaba comprometida". Es más, advirtió de que hasta enero podrían perderse otros 100 empleos.

La irregularidad en la compra de este combustible fósil se debe a la fuerte inestabilidad con que funciona la térmica andorrana, que ahora carece de primas por el consumo de carbón nacional. En el primer semestre del año la producción fue de solo 429 gigavatios hora (GWh). Sin embargo, en julio, agosto y lo que va de septiembre ha rondado los 1.000 GWh debido al menor uso de la hidráulica y la eólica en el mix energético nacional. A pesar de este acelerón, el rendimiento en el 2016 está siendo muy bajo. El año pasado a estas alturas del año se situaba en 3.200 GWh, frente a los 1.400 de ahora.