Endesa ha anunciado en reiteradas ocasiones en los últimos dos años su intención de cerrar las centrales de carbón de Andorra y Compostilla (León) en el 2020 dadas las actuales condiciones regulatorias y de mercado. A pesar de que sus planes eran conocidos, todavía no había comunicado oficialmente su decisión al Ministerio de Energía y aseguraba que apuraría al máximo los plazos, lo que dejaba la puerta abierta a dar marcha atrás a la clausura. Pues bien, a la vista de que el contexto político y legislativo no cambia a favor de este tipo de instalaciones, la eléctrica española -propiedad del grupo italiano Enel- sopesa ahora adelantar a este 2018 los trámites para proceder al cierre.

Este es el mensaje tajante que ha trasmitido el director general de Generación de Endesa, Manuel Morán, en una presentación sobre los planes de la compañía retransmitida el pasado miércoles a los trabajadores a través de la intranet de la empresa, a la que ha tenido acceso este diario.

PROBLEMA DE RENTABILIDAD

«Las centrales de carbón doméstico (nacional) se van a cerrar en el 2020 porque ya hoy día tienen problemas claros de rentabilidad», aseguró el alto directivo en su intervención. Con las inversiones necesarias para cumplir la directiva medioambiental europea de emisiones contaminantes (sistemas de desnitrificación), estimadas en cerca de 200 millones de euros en el caso de la térmica de Andorra, Morán sostiene que estas instalaciones energéticas «están claramente fuera de mercado».

Las dos centrales españolas de Endesa que funcionan con carbón autóctono suman 2.000 megavatios de potencia y «tendrán que cerrar no más tarde de junio del 2020», subrayó el director general de Generación de la compañía.

Por su parte, fuentes oficiales de la empresa reiteraron ayer que Endesa «mantiene la misma posición: no se dan las condiciones regulatorias que hagan viable la continuidad de la térmica más allá del 2020».

La térmica de Andorra, que el próximo mes de marzo cumplirá 39 años de actividad, emplea a más de 200 trabajadores (152 en Endesa y el resto en contratas), pero sostiene otros 400 empleos más de manera directa en las minas de carbón de la zona (explotadas por Samca y Compañía Compañía General Minera) y otras actividades asociadas.

El proceso que ahora se plantea iniciar Endesa ya lo dio hace unos meses Iberdrola, cuando solicitó al ministerio el cierre de las térmicas de Lada (Asturias) y Velilla (Palencia), lo que generó una polémica por el rechazo del Gobierno a esta decisión.