Los economistas aragoneses muestran especial preocupación por el problema a medio plazo que supone el envejecimiento de la población y también por la pérdida de presencia de Europa en el mundo.

Así se desprende de la encuesta anual que el Colegio de Economistas de Aragón realiza entre sus miembros, 1.473 en total, desde hace ocho años y que ha sido presentada hoy en Zaragoza por su decano, Javier Nieto, y su vicedecano, Francisco Gracia, quien ha observado "síntomas de agotamiento en el crecimiento".

En esta ocasión, el problema a medio y largo plazo para la economía española que mayor respuesta ha encontrado entre los encuestados ha sido el envejecimiento de la población, con un 90 % de conformidad, seguido de la pérdida de la presencia de Europa en el mundo, con un 67 %.

Además, el 60 % también ha coincidido en señalar la deuda pública como uno de los principales problemas del país, seguida de los riesgos geopolíticos, con un 31 % de respuestas en esa dirección.

En cuanto a la situación actual de la economía, la califican de "buena" el 43 % de los encuestados para España, el 40 % para Aragón y el 46 % para Europa, datos que suponen una mejora en la percepción -salvo el caso de Europa, que se estanca- respecto al año pasado, cuando consideraron positiva la situación el 24 %, 27 % y 43 %, respectivamente.

No obstante, y a pesar de que la "foto fija" indique estabilidad en la visión europea, su perspectiva ha empeorado respecto al año pasado ya que el 51 % cree que es "buena", frente al 62 % de 2015, y el 48 % considera que es "mala", cuando en la encuesta anterior el resultado fue del 35 %.

A nivel político, los datos desvelan que la articulación de los niveles de gobierno en España suspende para el 84 %, la independencia y agilidad del sistema judicial tampoco aprueba para el 74 % y el exceso y confusión de normas regulatorias lo hace para el 63 %.

El soberanismo (83 %), la corrupción (74 %) y la fragmentación política (70 %) son problemas "importantes o "muy importantes" para los economistas aragoneses y ninguno ha considerado que sean irrelevantes para la recuperación económica.

Las prioridades para el país deberían pasar por clarificar la distribución de competencias entre el Estado y las Comunidades para el 78 % de los encuestados y una mayor liberalización del mercado de trabajo para el 71 %.

En cuanto a la política fiscal, existe división de opiniones ya que el 43 % aboga por la eliminación de desgravaciones y regímenes especiales y el 34 % lo hace por una devaluación fiscal.

El brexit es un asunto que consideran muy negativo, especialmente si el proceso de salida resulta lento, un hecho que así juzgan el 67 %, y se desea al respecto una salida rápida (47 %).

Los encuestados creen que el principal problema para la economía aragonesa es la falta de competitividad (77 %), seguido del déficit de infraestructuras y comunicaciones (65 %), el paro (57 %), la inadecuada dimensión de la empresa aragonesa (28 %) y la dependencia de sectores concretos (27 %).

También consideran "insuficiente" la inversión en I+D+i el 68 %, un campo en el que el 22 % cree que "no se ha hecho nada", mientras que la disminución de costes de producción se encuentra "en vías de solución" para el 27 %.

Para el 89 % de los miembros del colegio, el Ejecutivo aragonés ha tomado medidas insuficientes en la simplificación de trámites administrativos y para el 80 % tampoco lo ha hecho respecto a la adecuación de la formación del capital humano de la empresa.

En cuanto a la percepción de su situación económica personal, el 25 % considera que ha mejorado, el 66 % que se mantiene igual y el 9 % que ha empeorado.