En el sector financiero se oyen desde hace meses ecos de nuevas fusiones, cierres de oficinas, recortes de plantilla y ventas de negocios. Síntomas de que la situación no es como para tirar cohetes. Hay a quien podría parecerle sorprendente, teniendo en cuenta que los seis grandes bancos (Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia, Sabadell y Popular) han ganado 9.517 millones hasta septiembre, el 13,5% más que un año antes, y que la mayoría del resto de entidades también mejora sus ganancias.

Pero si se comparan los resultados con los de hace seis años la cosa cambia: el sector ingresará este año más de 16.000 millones menos que en el 2009 por su actividad básica, y de ahí vienen todos sus problemas.

AÑO RÉCORD Aquel año las entidades obtuvieron el mayor margen de interés (los ingresos más recurrentes y propios del negocio bancario, procedentes de la diferencia entre lo que cobran por los créditos y lo que pagan por los depósitos) desde que el Banco de España empezó a medirlo en 1971: 43.032 millones. Pese a que la crisis ya había estallado, el Banco Central Europeo (BCE) subió los tipos (hasta el 3,75%) en la primera fase de la recesión para combatir la inflación y este encarecimiento del dinero se trasladó a las cuentas de resultados bancarias.

Sin embargo, la institución tiene ahora los tipos en su mínimo histórico (0,05%) para animar la recuperación económica, con el consiguiente impacto en los resultados del sector. En el primer semestre, las entidades obtuvieron unos ingresos de 13.485 millones en España, 8.641 millones y un 39% menos que en el mismo periodo del 2009. Los banqueros admiten que la evolución para la segunda parte del año será parecida, con lo que las entidades ingresarán este ejercicio más de 16.000 millones menos que hace seis años.

Si se contempla el margen bruto (que incluye los ingresos por comisiones y el rendimiento de los instrumentos de capital, como los dividendos o la deuda pública), la situación es similar. En los seis primeros meses del 2009 fueron 34.269 millones, frente a los 28.542 millones de este año: 5.727 millones y el 16,7% menos, lo que implica que en el conjunto del ejercicio los ingresos totales serán en más de 10.000 millones inferiores a los de hace seis años.

Las entidades paran el golpe hasta cierto punto gracias a dos factores. El primero es la reducción de costes obtenida por el recorte de oficinas, servicios centrales y plantilla. Entre enero y junio ascendieron a 13.042 millones, el 9,7% menos que en el mismo periodo del 2009. Y el segundo, las menores provisiones para hacer frente a la morosidad y la devaluación de los activos: 9.103 millones, el 19% menos.

BAJO PRESIÓN Pese a ello, el beneficio obtenido por los bancos en España en el primer semestre fue de 5.459 millones, el 40% menos que en 2009. La rentabilidad sobre recursos propios (ROE) del negocio en el país --excluyendo el internacional, que básicamente beneficia a Santander y BBVA-- ronda el 5%, menos de la mitad de los niveles precrisis, y está por debajo del coste de capital.

"Las entidades deberán ajustar su modelo de negocio y, cuando sea preciso, su estrategia corporativa, con objeto de adecuar su organización y estructura a un entorno económico y regulatorio muy exigente", les ha advertido el Banco de España. El organismo les ha instado a incrementar los ingresos vía comisiones, reducir la red comercial y plantearse fusiones.

"El camino de la banca es la reducción de costes: muchas menos oficinas y trabajadores; las fusiones, porque se va a pasar de 14 a nueve u ocho bancos; las nuevas vías de ingresos fuera del balance, como los fondos; la venta de activos no estratégicos; y la externalización de servicios", apuntan desde un banco de inversión.