La central térmica de Escucha (Teruel) es la tercera más contaminante de Europa, según un informe de la organización sueca Acid Rain que difundió ayer Ecologistas en Acción. El primer puesto de la clasificación --que se realiza a partir de las emisiones de las distintas termoeléctricas-- lo ocupan las instalaciones de As Pontes (Galicia). Las centrales de Ucrania, Polonia y Bulgaria acompañan a las españolas en los primeros puestos de la lista.

El estudio, que cada año elabora la ONG sueca a partir de las emisiones de las distintas centrales europeas, estima que cada una de estas plantas es responsable de una reducción de la esperanza de vida de entre 10.000 y 20.000 años, equivalente a entre 1.000 y 2.000 muertes prematuras cada año. El estudio estima que las instalaciones de As Pontes provocarían cada año 1.800 muertes prematuras y las de Escucha, 890. El informe recoge otras 20 plantas españolas, entre un total de 194.

La organización ecologista española afirma que en términos económicos, las emisiones contaminantes suponen por su efecto en la salud entre 59.000 y 170.000 millones de euros anuales, "dependiendo del valor de mortalidad aplicado". Incluso si se toma el valor más bajo de mortalidad, el análisis indica que el coste de los daños a la salud por unidad de energía producida estaría en el rango de dos a 20 céntimos el kilovatio por hora (kWh).

COSTES SANITARIOS En este sentido, desde Ecologistas en Acción se apuntó que, "si los costes sanitarios se incluyeran en los costes de generación, el precio del kilovatio por hora de la electricidad generada en centrales térmicas de carbón aumentaría de un 30% a un 600%". Asimismo, añadieron que si se estimasen también los que se refieren a cambio climático y ozono troposférico, entre otros, "los precios aumentarían todavía más", recalcaron desde la organización.

A su juicio, habría que imponer "límites más estrictos" de emisión para este tipo de plantas que los actualmente requeridos.