España cerró 2017 con una pérdida de competitividad-precio a nivel acumulado tanto frente a la UE (0,8%), como con la OCDE (1,5%) y los países Brics -Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica- (0,5%), según el Índice de Tendencia de Competitividad (ITC) calculado con el IPC y publicado por el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad.

No obstante, en el cuarto trimestre mejoró un 0,2% respecto a la UE, lo que supone un cambio de tendencia tras cinco trimestres de caídas, gracias tanto a la leve depreciación del euro frente a las otras monedas de la zona (-0,1%), como al ligero descenso del índice de precios relativos de consumo (-0,1%).

Sin embargo, la competitividad-precio de España frente a la zona euro, el principal destino de las exportaciones, empeoró ligeramente, ya que el ITC subió un 0,1% en el cuarto trimestre. El aumento fue inferior al del tercer trimestre (0,3%) y se debe a que el incremento de los precios en media de los países de la eurozona ha sido algo inferior al registrado por España.

En cambio, España ganó competitividad frente a los países de la UE que no forman parte del euro, al bajar el ITC un 1,1%, debido principalmente a la reducción de un 0,8% del índice de precios relativos así como por la ligera depreciación del euro frente a la media de las monedas de estos países (-0,3%).