A menos industria, peores condiciones de vida para los europeos. Es la advertencia que lanzaron ayer las grandes empresas que participaron en el I Foro Europeo de Industria y Emprendimiento (Feine), que congregó a 1.400 asistentes en el Palacio de Congresos de Zaragoza. La contribución de este sector al Producto Interior Bruto (PIB) es cada vez menor --en España ha pasado de emplear al 18% de la población en año 2000 y al 13% en 2012--, una tendencia que de seguir pondría en riesgo el Estado del bienestar, según los ponentes. Aunque la clase gobernante también parece ser consciente de la importancia de esta actividad, los directivos dudan de que la Unión Europea (UE) esté dando los pasos necesarios para su necesaria reindustrialización. Y menos aún España por su debilitada apuesta por la I+D+i, que es el clave para su avance.

El foro, organizado conjuntamente por el Departamento de Industria e Innovación del Gobierno de Aragón y la Comisión Europea (CE), fue clausurado por el príncipe de Asturias. Contó además con la participación de un nutrido número de autoridades, como la presidenta de la comunidad, Luisa Fernanda Rudi, el vicepresidente de la CE, Antonio Tajani, y el ministro de Industria, José Manuel Soria.

En una de las ponencias, la jornada abordó el futuro del sector desde la perspectiva de cinco grandes industrias: GM, Siemens, OHL, Brembo y Airbus. Todas ellas defendieron al que consideran garante del sistema social europeo, ya que, entre otras virtudes, evita la fuga de talento, genera el empleo de mayor calidad y es el que aporta más valor añadido a la economía. Los problemas energéticos --sobre todo en España--, el déficit inversor en innovación y el exceso de burocracia lastran su reforzamiento de esta motor económico.

"Europa no mantendrá la calidad y el nivel de vida si no tiene una industria fuerte, mucho más de lo que es ahora", aseguró el director general de GM España, Antonio Cobo, quien situó al sector del automóvil continental como líder mundial en innovación y tecnología, además de primer inversor privado. Para mantener ese protagonismo ante amenazas como los fabricantes chinos, abogó por "dejar de mirarse el ombligo" y "poner en orden la casa" para mantener una "posición competitiva". Para conseguirlo, animó al sector a seguir invirtiendo para hacer el "coche del futuro", al tiempo que puso deberes a la Administración como eliminar barreras burocráticas, impulsar la I+D+i o adecuar la regulación laboral. Por último, instó a Bruselas a cerrar acuerdos comerciales "justos y equilibrados" con competidores como EEUU o China.

EL TAMAÑO, UN LASTRE

La presidenta de Siemens España, Rosa García, centró su discurso en los obstáculos de la industria española. El mayor de ellos, aseguró, es el pequeño tamaño de las empresas, lo que dificulta la inversión en innovación, resta competitividad y complica el acceso a la financiación. "Tras seis años de crisis y haber hecho los deberes, la crisis está pasando, pero no nos hemos sentado a decidir qué país queremos", apuntó. En su opinión, el futuro pasa por el sector secundario, en la que España "puede volver a ser una potencia" si apuesta por las cuatro íes: innovación, industria, infraestructuras para la industria e integración europea.

Para el presidente de OHL, Juan Miguel Villar-Mir, el Gobierno de Rajoy está tomando las decisiones adecuadas --no así su predecesor, dijo-- que están haciendo salir al país de la crisis. "España está consiguiendo ser más competitiva tras la crisis gracias en gran medida a la reforma laboral", aseguró, al tiempo que apostó por la reindustrialización, el refuerzo de la innovación y la formación.

"La industria manufacturera es el futuro de Europa, pero tiene que haber un entorno fértil para que las empresas prosperen", defendió Alberto Bombassei, presidente de Brembo. Para ello, pidió una mayor inversión en I+D para no perder el carro de otras grandes potencias. Pese a todo, dijo apreciar que "muchas empresas vuelven" al continente por el incremento de costes laborales en los países asiáticos y la exigencia de una mayor calidad.

Para el presidente de Airbus España, Domingo Ureña, la industria europea está "en riesgo" y urge un "cambio de rumbo". De lo contrario, auguró un empobrecimiento de la sociedad.