El exministro socialista Josep Borrell declaró ayer en calidad de testigo en el juicio contra la excúpula de Abengoa por las indemnizaciones millonarias. Borrell aseguró al juez que fue el Banco Santander quien puso como «condición inexcusable» para firmar la ampliación de capital que Felipe Benjumea fuera cesado como miembro del consejo, y así se les comunicó a los miembros del consejo de administración de la compañía, informa Europa Press.

El exconsejero de la multinacional andaluza se pronunció en línea con la tesis mantenida por los cinco acusados en el procedimiento (entre ellos, el expresidente Felipe Benjumea y su segundo, Manuel Sánchez Ortega) y dijo que en la reunión del consejo del 13 de septiembre, en la cual se iba a firmar la operación, les comunicaron las exigencias establecidas por el presidente del Banco Santander España, Rodrigo Echenique, quien ayer también declaró como testigo y defendió que ese cese no fue una imposición de esta entidad bancaria, sino un requerimiento de la comunidad financiera.

«La situación fue un poco de vodevil», expresó el exministro -a quien la juez ya había retirado la calificación de investigado-, que aclaró que el resto de bancos implicados en la operativa estaban de acuerdo y «aconsejaban» que se llevara a cabo. En concreto afirmó que el HSBC «ya había dicho que sí» a esta ampliación por 650 millones y que lo ocurrido aquel día 13 hizo retrasar los planes.

El político explicó que Benjumea había reaccionado a ese requerimiento alegando que él era la persona adecuada para dirigir la empresa (que presidía desde 1991). Finalmente accedió, dimitió como consejero y fue cesado como presidente.

Borrell no pudo participar en la reunión del consejo de aquel 23 de septiembre y delegó su voto en el ahora también acusado Antonio Fornieles. «Pregunté el 22 si sabíamos algo de los bancos y pensé que el 23 no dirían nada más si aún no se habían pronunciado. Por eso yo delegué mi asistencia, porque pensé que el tema estaba aparcado», dijo ayer.