La población extrajera tiene cada vez un mayor peso en el mercado inmobiliario de Aragón. El 6,96% de las compraventas de vivienda registradas en la comunidad en el segundo trimestre del año fueron de este colectivo, es decir, casi el doble que hace solo tres años, en el 2014, cuando representaban el 4,12% (333 transacciones). El crecimiento es constante. En el 2015 suponían el 5,22% (486); y en el 2016, el 6,18% (648); y en el primer trimestre del 2017 llegaron al 6,66% (204). Lo llamativo es que esta proporción ha aumentado progresivamente en un negocio también en plena expansión a nivel regional, con un incremento interanual de las ventas de más del 11% en los últimos doce meses. Las operaciones en este grupo social están creciendo a un ritmo de entre el 30% y el 40%, por tanto, muy por encima del registrado en el conjunto del mercado.

Así lo destacó ayer el director del Grupo de Análisis del Mercado Inmobiliario (Gamerin) de la Universidad de Zaragoza, Luis Fabra, durante la presentación en rueda de prensa de un estudio del sector y de dos nuevos títulos propios sobre este sector que impartirá este curso la Universidad de Zaragoza.

Si la tendencia se mantiene, Aragón cerrará el año con más de 800 compraventas a propietarios de origen extranjero, tras haber registrado 411 entre enero y junio. La vivienda usada de la ciudad de Zaragoza nutre la mayor parte de estas operaciones.

Al contrario de lo que ocurre en otras regiones de sol y playa, donde este colectivo tiene un claro perfil turístico, en el caso de la comunidad este tipo de compradores están ligados al mundo laboral. En su mayoría son trabajadores que deciden adquirir un inmueble aprovechando las mejores condiciones financieras que existen hoy para la adquisición de una vivienda, así como la caída general de los precios experimentada a lo largo de la crisis. Así, por nacionalidades, el 42,86% de las compraventas de extranjeros registradas en Aragón pertenecen a ciudadanos de Rumania, a los que siguen en importancia los chinos (11,49%) y los marroquíes (9,43%).

Con todo, la comunidad aragonesa se sitúa por debajo de la media nacional de viviendas adquiridas por extranjeros, que fue del 13% en el segundo trimestre. Sin embargo, al margen de las regiones más turísticas, es la que presenta la mayor cifra de los territorios de la España interior y ocupa el séptima posición en el conjunto comunidades autónomas.

alza moderada de precios / Sobre el comportamiento general del negocio inmobiliario en la comunidad, Fabra consideró que se está produciendo una «vuelta a la normalidad» tras una larga etapa de crisis. En términos interanuales, la compraventa de vivienda crece a un ritmo constante de entre el 10% y el 15%, con lo que augura que el 2017 acabará con unas 12.000 operaciones. El mercado se encamina así hacia una cifra estable que este experto sitúa en unas 15.000 ventas al año a tenor del estancamiento poblacional. Sobre el riesgo de nuevas burbujas, descartó que a corto o medio plazo se vuelva al «círculo virtuoso» previo al cataclismo del ladrillo español.

La vivienda usada es la gran protagonista de esta recuperación, al suponer en torno al 85% del total de adquisiciones. En este sentido, Fabra pronosticó que el peso de los pisos nuevos va a ser cada vez mayor a la luz de las obras que hay en marcha, sobre todo, en la ciudad de Zaragoza.

En cuanto a los precios, el director de Gamerin destacó que en Aragón están creciendo de forma moderada entre el 1% y el 3%, según las distintas fuentes estadísticas. Según explicó, el incremento del valor está siendo más acentuado en el segmento de vivienda nueva (un 6,74% más en el primer trimestre, según el INE) pero esto se debe en gran medida a que la tipología de inmuebles que ahora salen a la venta son de una calidad mayor a la media y se sitúan en las ubicaciones más demandas de Zaragoza.