Los más de 305.000 accionistas de Banco Popular han perdido toda su inversión de un plumazo. Familias de grandes inversores y gestoras de fondos son los grandes perdedores. La sindicatura de accionistas del Popular, donde tienen un papel destacado familias vinculadas a la organización religiosa Opus Dei, eran hasta ahora los principales inversores de la entidad con el 9,8% de su capital. Con el precio de la acción a cero euros, se podría decir que este grupo ha perdido 1.611 millones de euros en un año, o bien 600 millones de euros a lo largo del 2017 ó 125 en un día.

La familia chilena de los Lukic, que entró en el Popular hace un mes a través de la sociedad Vallum, ha perdido los 117 millones invertidos en la entidad que entonces presidía Emilio Saracho. También se han esfumado ahorros de la familia mejicana de Antonio del Valle, que se incorporó al Popular a finales del 2014 y que solo en lo que va de este año han perdido 161 millones. La aseguradora Allianz, el banco Credit Mutuel, y gestoras de fondos como Silchester, Vanguard, Schroder, Norges Bank o Santander AM componen la lista de los principales accionistas del Popular y, por ende, de sus grandes perdedores.

Accionistas minoritarios del banco, por su parte, ya han empezado agruparse para defender su inversión ante los juzgados. Desde la Asociación Española de Accionistas Minoritarios de Empresas Cotizadas (Aemec) se ha calificado de «expropiación» la compra del Popular por parte del Santander, por lo que estudian demandar al último consejo de administración, presidido por Emilio Saracho, a través de una acción de responsabilidad social.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) y varios despachos de abogados también están estudiando acciones judiciales en defensa de los pequeños accionistas del Popular, al tiempo que trasladan un mensaje de tranquilidad a los depositantes de la entidad.