FCC consiguió ayer una revalorización del 6,8% en bolsa, hasta los 6,6 euros, ante las informaciones que apuntan a que Carlos Slim podría lanzar una oferta pública de adquisición de acciones (OPA) sobre el 100% de la compañía. Slim, que participa en FCC a través de su sociedad Carso, declara actualmente poseer un 27,429% de las acciones de FCC, que espera la aprobación del regulador bursátil para una ampliación de capital de 709 millones de euros que él mismo asegura.

La suscripción de la ampliación, a la que tanto Slim como la segunda accionista e histórica representante del grupo creado por su padre, Esther Koplowitz (22,44%), se han comprometido a acudir, mantendrían estables sus participaciones. Pero, según analistas, el aseguramiento de la operación hace altamente probable que Slim llegue a superar el umbral legal del 30% que obliga a lanzar una oferta si compra los derechos que no sean suscritos en el mercado.

Aunque técnicamente el empresario podría pedir un plácet de tres meses para volver a bajar su participación por debajo del nivel que obliga a una opa, parece que sus últimos movimientos apuntan a una decidida apuesta para hacerse con el control de la española.

SUELO DE LA ACCIÓN Con un suelo de la acción fijado en seis euros (el precio de la ampliación que asegura), Carso anunció el 12 de enero pasado que había comprado 2,9 millones de acciones de la constructora, cuando su cotización superaba el precio de la ampliación.

El principal escollo para una eventual oferta es que cuando en noviembre del año 2014 Slim entró en el capital de FCC firmó un pacto de accionistas con Esther Koplowitz por el que ninguno de los dos podría superar el 29,99% del capital en un plazo de cuatro años.