Vivimos y convivimos en el entorno de la laguna de Gallocanta, que es una reserva natural dirigida y un espacio natural protegido. Pensamos que la laguna y sus alrededores no solo son grullas, centros de interpretación y turismo ornitológico. También se debe proteger su clima, su medio ambiente y la atmósfera. En dicho entorno existe una masificación de estufas antigranizo y vuelos ilegales de avionetas antilluvia. Creemos que nos están modificando artificialmente el microclima de nuestro entorno. Llevamos varios años en los que precipita menos que en zonas limítrofes y esto está provocando que manantiales que siempre han tenido agua estén totalmente secos. Las precipitaciones escasean en primavera coincidiendo con el periodo en el que están encendidos los quemadores de yoduro de plata y observamos los vuelos ilegales de avionetas antilluvia.

Los quemadores que existían anteriormente en esta zona se controlaban desde cada municipio y sólo se utilizaban en caso de riesgo real de pedrisco. La potencia de los quemadores actuales es 50 veces superior a los anteriores. En esta zona había ocho quemadores antiguos, con la potencia de los cinco actuales equivaldrían a 250 de los anteriores. Cada quemador tiene potencia para una extensión de 16.000 hectáreas y aquí tenemos cinco para una extensión parecida; demasiados. Están emitiendo yoduro u otras sustancias desde 1971, es decir, 45 años. Y por mucho que los expertos nos digan que el yoduro de plata fomenta la lluvia aquí observamos que hace el efecto contrario. Creemos que deberían realizar nuevos estudios con datos actualizados. Además, la altitud a la que estamos potencia mucho más el efecto del yoduro de plata por lo que pueden estar abusando de su utilización.

El comportamiento de las tormentas que se acercan a nuestra zona es muy extraño porque se disipan al acercarse y se vuelven a formar una vez que pasan. Esto se puede observarse en los radares de Aemet.

En esta zona se puede visitar la laguna de Gallocanta, las Hoces del río Piedra, el Monasterio de Piedra y el Señorío de Molina de Aragón. Estas vistas desde una avioneta en un día despejado tienen que ser muy bonitas pero deben ser todavía bastante más bonitas los días anteriores a las tormentas y el mismo día de la tormenta ya que es cuando únicamente vemos las avionetas.

Hemos solicitado a las instituciones que hagan estudios pluviométricos, análisis de tierras y aguas superficiales y que se investiguen estos vuelos. La Guardia Civil ha comunicado que va a investigarlos y solicitan la colaboración de todos para avisar llamando al 062 cada vez que observemos algún vuelo sospechoso.

Para realizar todas estas acciones se ha formado una plataforma llamada ¿Quién seca nuestros campos?, integrada por agricultores de Used y de otros municipios. El objetivo es seguir trabajando para defender nuestro trabajo y nuestro medio ambiente. Todos somos conscientes de que cada vez llueve menos y no podemos permitir que nos roben las pocas tormentas que podrían salvar nuestras cosechas.