La compañía aragonesa Fersa Bearings se ha marcado el reto de duplicar su facturación de aquí al 2022 y alcanzar los 160 millones de euros. Para ello, el fabricante de rodamientos invertirá en los próximos tres años un total de 19 millones de euros (16 de ellos en sus instalaciones de Plaza) con el objetivo de elevar su capacidad productiva y logística e incrementar el valor añadido de sus piezas. Este ambicioso plan de expansión viene a confirmar la firme apuesta inversora del grupo, que desde el 2003 ha destinado 47 millones de euros para convertirse en un referente del sector.

La última de esas inversiones, de 3,2 millones, ha servido para construir un nuevo almacén de 5.000 metros cuadrados junto a su nave actual de Plaza (inaugurada en el 2005), que, de esta forma, podrá destinar la totalidad de sus 6.000 metros cuadrados a tareas de producción.

Según indicó ayer en la inauguración del nuevo almacén el consejero delegado de Fersa, Carlos Oehling, la planta zaragozana va a necesitar espacio, ya que en el 2022 prevé albergar seis líneas de fabricación. «Actualmente tenemos tres y hemos adquirido una cuarta que estará operativa a medidados del 2019», explicó Oehling, que destacó que las nuevas líneas permitirán fabricar productos de más valor añadido, lo que elevará la facturación «exponencialmente».

El año pasado, la planta fabricó 1,85 millones de rodamientos y el objetivo es superar los 3 millones en el 2020. Todo para responder a los contratos que ya ha logrado cerrar la compañía a nivel mundial y que permitirán llegar a los 110 millones de facturación en ese mismo año (este 2018 prevé alcanzar los 80 millones, frente a los 73 del 2017).

Este fuerte crecimiento futuro redundará en la plantilla, como ya ha ocurrido en los últimos años. De hecho, la planta de Plaza emplea actualmente a unas 200 personas, frente a las 100 que había en el 2010 (el año pasado su plantilla creció un 6%).

«Al ser todo más automatizado con nuestra apuesta por la industria 4.0 el incremento de personal no será tan significativo como en los últimos años, aunque estimamos que cada una de las líneas genere unos 15 empleos entre directos e indirectos», explicó el director general, Pedro Pablo Andreu, que apuntó que a corto plazo crearán más puestos de ingenieros que de producción, una consecuencia de su apuesta por la I+D y el software propio.

NUEVO SILO EN EL 2020 / Además de para incorporar estas nuevas líneas, esos 16 millones de euros también irán destinados a construir un nuevo silo de 16 metros de altura en el 2020 que elevará su capacidad de almacenamiento. «La intención es incorporar 5.000 metros cuadrados más en un nuevo edificio anexo que, en número de palés, nos permitirá multiplicar por cuatro nuestra capacidad logística actual», destacó Oehling, que apuntó que en este proyecto se invertirán unos 3,5 millones de euros.