El grupo Fiat Chrysler (FCA) anunció que deberá llamar a revisión a 4,8 millones de automóviles en Estados Unidos para reparar un defecto en las unidades de control de velocidad de crucero que puede provocar la aceleración involuntaria de los vehículos.

El grupo fabricante explicó que actualizará el software de los coches para reparar el defecto. Los modelos afectados fabricados entre 2014 y 2018 son Chrysler 200, 300 y Pacifica; Dodge Challenger, Charger, Journey y Durango; Jeep Cherokee, Grand Cherokee y Wrangler; Ram 1500, 2500, 3500, 3500 cab chassis y 4500/5500 cab chassis.

El defecto solo aparece si se producen dos situaciones (poco probables) de forma simultánea. Si este sistema se activa para mantener la velocidad establecida y al mismo tiempo se produce un cortocircuito en una de las redes eléctricas del vehículo, «el conductor podría ser incapaz de cancelar el control de crucero». Pero FCA recordó que incluso en estas circunstancias, «la aceleración del control de crucero puede ser controlada».