El estado de Kansas (EEUU) nunca imaginó, en 1978, que conseguiría ser atención mundial cada año, siempre In Late August (a finales de agosto), cuando al gobernador de su banco emisor Roger Guffey se le ocurrió reunir a los mejores economistas del medio Oeste para discutir de precios agrarios. Cuatro años después vino la idea luminosa: como el presidente de la Reserva Federal, Paul Volcker, se estaba achicharrando en Washington, había que seducirle con unas jornadas placenteras practicando su afición favorita de la pesca con mosca.

¿Dónde? En las montañas rocosas, Wyoming (EEUU), que disfruta de un agosto fresco y parajes de postal como la montaña Gran Tetón (expresión de fácil comprensión visual) y su balneario y pistas de esquí Jackson Hole. Con el paso del tiempo, se ha convertido en referencia anual obligada del sector financiero, por quién va, lo qué dice o se deduce.

En 1982, Guffey, colegas y académicos le afearon a Volcker que la inflación de EEUU estuviera en el 13% y los tipos de interés en el 20%. Esto de considerar la inflación como el peor pecado del capitalismo protestante no ha variado mucho. Este año, con la antelación que corresponde y el riesgo de errar, el lema de la convocatoria de Jackson Hole 2015 era La dinámica de la inflación, intentando alargar la fama adquirida por el encuentro los últimos años con las intervenciones estelares de Janet Yellen hace dos años y, sobre todo, la de Mario Draghi el año pasado. Lo malo es que todo estaba orientado a la confirmación o desmentido, por tercera vez, de si la Reserva Federal (los 12 bancos estatales de EEUU con poder para imprimir dólares, entre ellos Kansas) iba a subir los tipos de interés en septiembre, como había (casi) prometido. Pues tampoco. Otro de esos 12 gobernadores, William Dudley, de Nueva York, lo descartó el pasado miércoles.

¿Se apagó la estrella de Jackson Hole? Desde luego que no. Los centenares de convocados siguen siendo la crema del gobierno de las finanzas mundiales o sus consejeros académicos más influyentes. Yellen y Draghi no están, pero sí sus segundos, Stanley Fischer --habla hoy-- y Antonino Constancio, y los gobernadores de los bancos de Inglaterra (Mark Carney), Japón (Haruiko Kuroda) o la India (Raghuram Ralam). Este último, por cierto, fue el economista jefe del FMI que en el 2005 advirtió, contra todos, de la burbuja inmobiliaria.

Pero emergió el lunes la burbuja China y el simposio del Gran Tetón, que empezó con la pesca con mosca comienza a debatir planes de urgencia ante un riesgo de tsunami. Más vale vigilar qué proponen a partir de esta noche.