En la zona del euro "hay demasiados bancos y demasiado débiles", sentenció ayer el director del departamento de mercados monetarios y de capitales del Fondo Monetario Internacional (FMI), José Viñals. Durante un debate en el marco de la segunda jornada de la 32 Reunión del Círculo de Economía en Sitges, Viñals descartó que pueda producirse una crisis global como la del 2008, pero sí que existe el riesgo de caer en "un estancamiento con unas tasas de crecimiento y de inflación muy mediocres".

En este contexto, un escenario plausible sería como si en uno de los próximos cinco ejercicios se diera un crecimiento cero. Y eso a pesar de que el FMI augura que el crecimiento mundial será este año del 3,2% y del 3,5% el que viene. El alto responsable del FMI admitió la existencia de riesgos que minan la confianza, como la situación de China o los retos del sistema financiero, que pese a encontrarse en mejor situación de solvencia y liquidez, ha de afrontar una reformulación del modelo de negocio para adaptarse al nuevo escenario poscrisis. El sector, explicó, afronta la competencia no solo de la banca en la sombra sino la entrada de nuevos actores como las compañías tecnológicas.

EL 30% DE ACTIVOS Según los análisis del FMI, el 30% de los activos del sector en la zona del euro pertenecen a bancos que "tienen ajustes muy difíciles pendientes en sus modelos de negocio". Eso supone unos 10 billones de euros, estimó. A nivel global, dijo, la cuestión afecta a alrededor del 40% de los activos bancarios en las economías avanzadas. Y de estos, el 15% está en una situación de riesgo, dijo.

Viñals alertó de la "sobrebancarización". Y recurrió al símil futbolístico. "El número excesivo de bancos que hay hace que la competencia sea como jugar la Champions con 100 jugadores en cada equipo, muchos de los cuales no están en condiciones de hacerlo. En opinión de Viñals son necesarias concentraciones bancarias, "preferiblemente de carácter transfronterizo", dada la caída de esa variable fruto del descenso de los márgenes. Y, a la vez, recordó la importancia que tiene un buen nivel de rentabilidad para que las entidades financieras aumenten su capacidad de otorgar crédito.

POLÍTICAS EXPANSIVAS Viñals lamentó que toda la responsabilidad se centre en los bancos centrales y pidió que las políticas fiscales desempeñen un papel más relevante para incentivar el crecimiento económico. En este sentido, dijo que Alemania debería optar por políticas expansivas en la medida en que la situación de sus cuentas públicas lo permitan, como hicieron otros participantes en las jornadas, como el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez.

Viñals recordó que el país germano tiene un déficit en infraestructuras y sería positivo que elevara el gasto público productivo. Respecto a los países con menos margen de maniobra --como España--, Viñals afirmó que también pueden llevar a cabo políticas fiscales que eleven el potencial de crecimiento. "Si no, la confianza se resentirá", avisó el representante del FMI.