España es uno de los países que mejoran en las perspectivas del Fondo Monetario Internacional (FMI) y que llevan a la institución financiera a afirmar que «la recuperación se está afianzando», durante la presentación en Kuala Lumpur de la actualización del informe Perspectivas de la economía mundial. La economía global se mantiene en «buen camino» y afianza su recuperación, según el organismo, que mantiene la previsión de crecimiento mundial del 3,5% en el 2017 y del 3,6% en el 2018.

La revisión prevé que la economía española crecerá un 3,1% este año, y un 2,4% el ejercicio próximo. Estos datos representan un alza de cinco décimas y tres décimas respecto a los datos anunciados en abril pasado en el citado estudio. El FMI ya reconoció hace unos días que «la recuperación económica de España sigue siendo fuerte, con el consumo, la inversión y las exportaciones netas contribuyendo a un patrón de crecimiento más equilibrado».

Pero recomendó a España aumentar la productividad para cumplir con las perspectivas económicas y reducir las vulnerabilidades, más fusiones y saneamiento bancario, ahondar en las reformas económicas y subir el IVA para bajar el déficit y la «elevadísima» deuda pública. Asimismo, aconsejó revisar partidas del gasto, como la farmacéutica, y mejorar la productividad ante el envejecimiento de la población.

PENSIONES

Según el FMI, el sistema de pensiones español solo será viable si se prolonga la vida laboral y se incentivan los planes de pensiones privados, y advierte de que «la pensión de un jubilado español seguirá estando por encima de la media europea» con un alza anual del 0,25 %.

En líneas generales, España, con Alemania, Brasil, Canadá, China, Francia, Italia y México, son las economías que mejoran su dato de crecimiento en la actualización del FMI, donde se confirma que la economía mundial mantiene encarrilada, con previsiones de crecimiento del 3,5% en el 2017 y del 3,6% en el 2018. El FMI ha rebajado las perspectivas de crecimiento económico de EEUU porque prevé que la política fiscal «no será tan expansiva» como se había pensado. La primera economía mundial crecerá este año el 2,1% y el año siguiente el 2,1%, menos que el 2,3% y 2,5% que los expertos del FMI calcularon en abril.