La Fiscalía de Versalles ha acusado a Ikea de espiar a clientes y trabajadores de la empresa con la ayuda de varios policías franceses y ha pedido que la multinacional sea juzgada. Según adelantó Le Monde, los implicados son 15, varios de ellos agentes de la policía. Se les acusa de obtener información de forma ilegal sobre posibles antecedentes del personal de la firma.