El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) solicita cinco años de prisión para el expresidente de Bankia Rodrigo Rato por estafa a los inversores que compraron acciones en la salida a bolsa, aunque descarta el presunto delito de falsedad contable tras adherirse a los argumentos de la Fiscalía Anticorrupción. El FROB secunda así el escrito de acusación registrado por el Ministerio Público, por lo que pide cuatro años de cárcel para el exvicepresidente José Luis Olivas, tres años para el exconsejero José Manuel Fernández Norniella, y dos años y siete meses para el exconsejero delegado Francisco Verdú, y exonera al resto de investigados.

En el documento, el FROB les considera responsables civiles directos, razón por la que solicita una indemnización por las cantidades en las que resultó mermado el patrimonio tanto de Bankia como de su matriz, BFA, por las reclamaciones de los afectados por la operación, cantidad a determinar una vez que haya sentencia y se haga firme.

Según el abogado del Estado, que representa los intereses del FROB, los cuatro tuvieron «especial responsabilidad en que la salida a bolsa se ejecutara sustrayendo a los inversores la información esencial acerca de la verdadera situación patrimonial de Bankia y su inviabilidad». Especial peso atribuye a Rato y Fernández Norniella por los cargos desempeñados en los órganos de dirección de Caja Madrid, así como a Olivas por su posición destacada en Bancaja, cuya situación patrimonial y correspondiente reflejo contable «está en el origen de la situación creada».

De esta forma, el FROB suscribe la tesis de la fiscalía --que también ha solicitado cinco años para Rato-- en la que defiende que tanto el Banco de España, como CNMV actuaron correctamente. El fiscal plantea planteó que las cuentas del grupo «no pueden calificarse materialmente de falsas en la medida en que no vulneraban la normativa entonces vigente y cumplieron las exigencias del regulador». Cabe destacar, según fuentes jurídicas, que los escritos de acusación de varias de las 44 acusaciones particulares y populares del caso han sido rechazadas por presentarlos fuera de plazo. Se trata de una práctica muy poco habitual, ya que estos suelen seguirse de forma estricta en este tipo de casos.

Reconoce el escrito que la contabilidad del grupo no puede calificarse de materialmente falsa porque no se vulneró la normativa entonces vigente y cumplieron con las exigencias del Banco de España pero resalta que «no contribuyeron a que la imagen fiel de la entidad luciera adecuadamente».

Tampoco pasa por alto que la entidad recibió ayudas públicas por valor de 22.400 millones y recuerda que la operación de recapitalización llevada a cabo en el año 2012 consistió en una ampliación de capital en BFA por importe de 4.500 millones de euros que desembolsó el FROB.

INCONSISTENCIA / El escrito del FROB pone énfasis, por tanto, sobre la actuación de Rodrigo Rato y los otros ejecutivos. Asegura que «pilotó el proyecto de BFA-Bankia» y permitió el debut bursátil pese a ser «plenamente consciente de la inconsistencia del proyecto» y de que los inversores estaban recibiendo una información «incompleta e inveraz» que ocultaba la realidad «crítica» de la entidad.