Funidelia, firma oscense especializada en la venta de disfraces y artículos de fiesta a través de internet, es el paradigma aragonés de la explosión que vive el sector del comercio electrónico. Funidelia ha multiplicado su facturación casi por dos, pasando de los 11 millones de euros del 2016 a los 17,1 millones del año pasado y el 70% de las ventas ya las destina al mercado exterior, principalmente a Alemania, Francia e Italia. Este año la empresa, con una plantilla fija de una veintena de personas, prevé continuar en la senda del crecimiento y situar su cifra de negocio cerca de los 30 millones de euros. De hecho, en el 2017 consiguió colarse en la lista de las firmas con un crecimiento más rápido de Europa elaborada por Financial Times.

Tras su puesta en marcha en el 2011, Funidelia está presente en 32 países, vende productos en más de 90, cuenta con alrededor de un millón de clientes y distribuye 40.000 referencias. Para cumplir los plazos de entrega en 24 horas, cuenta con tres hubs logísticos situados en Madrid, Colonia y Panamá, que opera de la mano de su partner Logifashion.

Para consolidar su presencia a nivel europeo, la compañía está ultimando la apertura de nuevos almacenes para después continuar expandiéndose en el mercado asiático. «Tenemos muy claro que el nuestro es un negocio de volumen: necesitamos maximizar el número de pedidos a la vista de su margen. Esto, dado el tamaño del mercado del disfraz en cada país, nos obligaba a internacionalizar la empresa rápido», explican desde la firma. Así, Funidelia considera la logística como «fundamental» dentro del negocio electrónico y augura «innovadoras soluciones en la última milla» (último paso del proceso logístico) en los próximos años.

Desde su nacimiento hace siete años, Funidelia asegura que «cada vez se vende más a través del comercio electrónico», con el consecuente aumento de la competencia con la entrada de nuevos comercios on line a nivel local y de fabricantes a través de marketplaces similares a Amazon. Afirman haber notado «un gran aumento de las visitas desde teléfonos móviles», lo que ha supuesto «un cambio de paradigma en el diseño de los procesos y la web».

La compañía indica que el cliente también ha cambiado, volviéndose más exigente en cuanto a la fiabilidad de los plazos de entrega y lo que espera de la atención posventa. «La popularización de la compra de ropa on line nos está acostumbrando como usuarios a portes o devoluciones gratis, lo que dificulta que los números salgan en otros sectores», señalan.