Las tensiones geopolíticas entre Rusia y Turquía, tras el derribo de un avión ruso en espacio aéreo turco, tuvieron ayer notables consecuencias en los mercados. Los indicadores de Moscú retrocedieron alrededor del 3%. Se esperaba que la rehabilitación internacional de Vladimir Putin tras su acercamiento a Occidente en la lucha contra el Estado Islámico se tradujera en una mejora de su situación económica, y ante la posibilidad de que se pudieran poner fin a las sanciones por su actuación en Ucrania. Pero no parece que ahora las cosas vayan por ahí. Peor le fue a la bolsa turca, con caídas de más de cuatro puntos porcentuales.

Pero no solo Rusia y Turquía se vieron afectados por los acontecimientos. Las grandes plazas europeas cerraron en rojo. El selectivo español retrocedió un 0,68%, para dar un último cambio en los 10.207 puntos.

El Ibex 35 cerró la jornada lejos de sus mínimos intradía y trazó un camino de ida y vuelta: comenzó la jornada algo por encima de los 10.200 puntos, marcó mínimos a las dos y media de la tarde y terminó prácticamente en el nivel del inicio.

El selectivo español remontó gracias a Wall Street: su apertura fue en negativo, pero con descensos más moderados que los que se vieron en Europa y, coincidiendo con los últimos minutos de negociación en el Viejo Continente, el Dow Jones se acercaba a las ganancias.

En el resto de Europa hubo recortes superiores a los sufridos por el Ibex-35. Así, el DAX alemán, el Ftse Mib de Milán y el CAC 40 francés se dejaron alrededor de un 1,5%.