Vuela en bares y supermercados por su éxito pero, sobre todo, porque el 80% de su producción aterriza en territorio exterior. Hablamos de la ginebra aragonesa Ginbraltar Spanish, cuyo nombre, curiosamente hace alusión también a un conflicto internacional. Quizá fuera su marca irreverente la que causó curiosidad en el exministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, quien pidió una cita, hace unos meses, para conocer esta ginebra con raíces aragonesas. También el presidente de la Cámara de Comercio de Paraguay se ha puesto en contacto con la marca para poder comercializar el producto en ese país.

La idea de esta nueva bebida alcohólica nació en el 2011 de la mano del chef zaragozano Enrique Bardavío. Estaba viendo el telediario con un amigo cuando apareció en la pantalla el conflicto que se generó de la prohibición por parte de patrulleras inglesas de faenar a pescadores españoles en aguas del peñón de Gibraltar. De una broma, pues en ese momento estaban bebiendo ginebra inglesa, nació el proyecto. Días después Bardavío registró la marca y comenzó a gestar la idea a la vez que seguía trabajando en la hostelería. «Me puse a investigar sobre el mundo de las ginebras y un día me di cuenta de que no existía ninguna con eucalipto», recuerda Bardavío.

Eucalipto y bergamota

El siguiente paso fue ponerse en contacto con destilerías para comenzar a producir. «De Aragón ninguna quiso experimentos nuevos. Pero si no lo hacía aquí, lo tenía que hacer fuera. Así que contacté con una destilería de Alicante y los botánicos empezaron a hacer pruebas», relata.

De este proceso salió a la venta la línea de eucalipto, de botella roja, y, dos años más tarde, crearon la amarilla, con notas de bergamota. «La idea surgió en el dentista. Estaba ojeando una revista de moda y vi un perfume de señora que usaba aceite esencial de bergamota. Así salió la amarilla, la cítrica», indica este zaragozano.

Cuatro años después, el crecimiento de Ginbraltar es imparable. La distribuidora aragonesa Bebinter es la encargada de distribuir, en el canal Horeca, esta bebida en Aragón, Valencia, Castellón, Tarragona, Navarra, La Rioja, Burgos, Madrid, Barcelona y Gerona. Este acuerdo ha permitido a Ginbraltar aumentar sus ventas un 40%. Por su parte, Goya Vinos y Viñedos lo hace en grandes superficies de todo el territorio español.

El mapa conquistado

El año pasado, se produjeron más de 17.000 botellas de Ginbraltar Spanish y este año prevén elevar la cifra a 30.000 botellas. «Todo dependerá de cómo sigan funcionando las exportaciones», indica Bardavío, que asegura que «el 80% se exporta». Principalmente a Italia, Dinamarca, Estados Unidos, Ucrania y China. Aunque también, en menor medida, esta ginebra llega a Inglaterra y Suecia.

El impulso de Ginbraltar en el exterior, según su creador, se debe a la presencia de la marca «vía redes sociales» y a la figura de un exportador, al cual «le gustó el producto» y empezaron a trabajar juntos. De todas formas, Bardavío afirma que, en general, «el producto español fuera de España está muy bien considerado».

Enrique Bardavío lo tiene claro, el valor diferencial de su aguardiente es «la imagen y el sabor». «Es una ginebra que no requiere aromatizarla ni necesita una tónica especial. Ginebra, hielo y tónica, el resto está dentro ya», concluye.