El Gobierno ha aprobado el plan Movea para vehículos eléctricos y alimentados con energías alternativas, que van con gas natural comprimido (GNC) o licuado (GLP), con ayudas a la compra de entre 500 euros para los turismos hasta 18.000 euros para la adquisición de autobuses y camiones. Este programa, que depende del Ministerio de Economía e Industria, está dotado con 14,26 millones y estará vigente hasta el próximo 15 de octubre o hasta que se agoten los fondos.

La cuantía de las ayudas empieza en los 500 euros en turismos y furgonetas, sigue en los 5.000 euros para microbuses y camionetas y 18.000 euros para autobuses y camiones. Para las motocicletas la ayuda oscila entre los 1.500 y los 2.000 euros.

Los apoyos son exclusivos para la compra de vehículos que funcionan con combustibles alternativos. Estos incluyen tanto los eléctricos, incluidas las motos, como los que van con gases licuados del petróleo (GLP), gas natural comprimido (GNC), los que se propulsan con una pila de combustible de hidrógeno.

Los puntos de venta que se adhieran al plan Movea deberán aplicar un descuento mínimo de 1.000 euros para todos los vehículos, excepto los cuadriciclos (150 euros) y las motos (sin descuento).

El plan cuenta con un presupuesto de 14,3 millones, de los que 10,1 millones corresponderán a vehículos eléctricos y 2,2 millones a vehículos propulsados a gas natural.

Puntos de recarga / Por otro lado, las ayudas para la implantación de puntos de recarga para vehículos eléctricos en zonas públicas podrán alcanzar un importe de hasta el 40% del coste, con un máximo de 1.000 euros por punto de recarga convencional, de 2.000 euros para los de recarga semirrápida y de 15.000 euros por los de rápida.

El Gobierno explica que el Plan Movea busca fomentar el uso de vehículos propulsados con energías alternativas a los combustibles fósiles tradicionales, que están llamados a formar parte de la movilidad sostenible en el transporte, tanto en las ciudades como en las carreteras.

Debido a sus beneficios en materia de diversificación energética y reducción de la dependencia de los productos petrolíferos, así como por la reducción de emisiones de CO2 y de otras gases contaminantes y de efecto invernadero, este tipo de vehículos ayudan a mejorar la calidad del aire de nuestras ciudades y a disminuir la contaminación acústica, favoreciendo además el consumo de energías autóctonas, especialmente de fuentes renovables.