El Consejo de Ministros aprobó ayer un real decreto-ley que reforma el régimen jurídico de las cooperativas de crédito, en su mayoría cajas rurales pero también cajas profesionales, con la idea de que sean más fuertes. Con esta norma se favorecen los procesos que contribuyan al fortalecimiento y a aumentar la resistencia de estas entidades, en concreto, mediante la constitución de los denominados Mecanismos Institucionales de Protección (MIP).

La reforma llega apenas tres meses después de que la entidad aragonesa Bantierra cerrase la venta de un paquete de activos no estratégicos procedentes del sector inmobiliario por un volumen aproximado de 320 millones de euros, la mayoría de los cuales fueron a parar grupo Caja Rural. De esta forma, consiguió sanear su balance y cumplir los últimos requerimientos de solvencia y capital exigidos por el Banco de España.

Las cooperativas de crédito en España, unas 60 entidades que suponen el 5% del mercado español, cumplen, según explicó el ministro de Economía, Luis de Guindos, un papel relevante en el ámbito rural y agrario. Lo que se ha hecho es establecer una normativa que facilite la solvencia de estas entidades mediante el establecimiento de un fondo común. Con esta normativa «se mutualizarán» algunos aspectos financieros de estas entidades a través de ese fondo de reserva, con lo que se reducen los riesgos estructurales de estas entidades.

El Gobierno también aprobó mecanismos de resolución dirigidos a reducir el impacto en el sector público de posibles crisis bancarias. Se crea un nuevo tipo o instrumento financiero, la deuda sénior subordinada, que formará parte del colchón de seguridad en caso de problemas de una entidad. En el orden de prelación es inferior que la garantía de los 100.000 euros de cada depositante.

MARCO LEGAL / La reforma del marco legal de las cooperativas de crédito prevé la posibilidad de constituir un Mecanismo Institucional de Protección (MIP) como mecanismo concebido para la mutua autoprotección y que puede ser de dos tipos, reforzado o normativo.

Los MIP reforzados mutualizan al 100% los beneficios y riesgos y cuentan con una entidad cabecera que dirige prácticamente la totalidad de las decisiones del grupo, que tiene consideración de grupo consolidable, en línea con las «fusiones frías» de las antiguas cajas de ahorros.

Los MIP normativos, sin embargo, no tienen que mutualizar al 100% los beneficios y riesgos y se caracterizan por la constitución de un fondo de garantía privado financiado previamente por las entidades miembros del grupo que se utilizará para hacer frente a posibles necesidades de recursos propios de las entidades que participan en la alianza.