Banca Veneto y Banca Popolare di Vicenza tienen las horas contadas. Su liquidación ya no es un proyecto de futuro, es una realidad en toda regla. Este mismo sábado el Gobierno italiano empezará a buscar una solución para ambas entidades, después de que el Banco Central Europeo (BCE) anunciara unas horas antes que las dos están "en quiebra o cerca de quebrar".

En estas circunstancias, entre las hipótesis que se barajaban en la prensa económica italiana está la posibilidad de que el Banco Intesa San Paolo compre por un euro los dos bancos, según la oferta hecha por esa entidad esta semana. Este es el mismo destino que sufrió elBanco Popular, cuando este mes fue comprado por elSantander.

Por ello, el Gobierno de Paolo Gentiloni ha decidido reunirse este fin de semana "para adoptar las medidas necesarias y garantizar la plena operatividad bancaria, para tutelar los ahorradores y los obligacionistas senior", según han informado.

BANCO MALO

Una de las posibilidades es que Roma tome medidas para separar los créditos considerados ‘buenos’, que irían al banco que compra, de los créditos endeudados y deteriorados que podrían acabar en una especie de banco malo gestionado por el Estado italiano.

También es posible que se adopten medidas para los trabajadores de las entidades, cuyo empleo está en riesgo.

En cambio, ambas entidades, que venían arrastrando serios problemas desde el 2014, se librarán del Mecanismo Único de Resolución (el llamado MUR), que liquidó el Banco Popular y dejó pérdidas a 300.000 inversores.

De hecho, el rescate los dos bancos se llevará a cabo los procedimientos italianos de resolución, según lo establecido por las autoridades europeas. Esto se debe a que ambas entidades no cumplen con las "condiciones para una resolución". Y, "como consecuencia, la liquidación de estos bancos tendrá lugar bajo los procedimientos italianos de resolución", según explicó la Junta Única de Resolución.