El escándalo del dieselgate sigue generando cambios en la legislación de control de automóviles. El Gobierno acaba de aprobar un decreto que por primera vez obligará a los centros de inspección técnica de vehículos (ITV) a incorporar herramientas de diagnóstico electrónico de los automóviles que se conecten con los ordenadores de a bordo de los vehículos y a acreditarse según estándares internacionales. Una de las causas del dieselgate fue la manipulación del software de los centros de gestión interna de los vehículos, que lograban modificar el comportamiento normal del motor durante las inspecciones para lograr que se ajustasen a los límites de contaminación permitidos.

La obligación de disponer de estas nuevas herramientas es, según el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad, «un primer paso hacia la inspección de los sistemas de seguridad electrónicos y la mejora del control de emisiones». La norma fija los requisitos que deben satisfacer todas las estaciones de ITV en cuanto a personal, formación, equipos y procedimientos de inspección para mejorar la seguridad vial y la protección del medioambiente.

LIBRE ELECCIÓN DE ESTACIÓN

Por lo que respecta al usuario, la norma facilita la libre elección de estación de ITV cuando el resultado sea desfavorable o negativo al dejar de ser obligatorio repetir la inspección en el mismo centro en caso de que no hubiese superado la anterior. En cualquier caso, se mantiene que esta segunda inspección se deber realizar en un plazo máximo de un mes.

La Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (Ganvam) lamentó ayer en un comunicado que la reforma no contemple una mayor liberalización del sector ni elimine las incompatibilidades para que concesionarios y talleres mecánicos puedan pasar la inspección técnica del vehículo.

Para el presidente de la asociación, Lorenzo Vidal de la Peña, la entrada de nuevos operadores «hubiera supuesto dotar al actual sistema de ITV de precios más competitivos y mayor eficacia». Según destacó, los concesionarios y talleres llevan años manteniendo adecuadamente los vehículos y ya cuentan con los equipos de diagnóstico para conectar con los ordenadores de a bordo de los vehículos que ahora se exige con el nuevo decreto a las ITV.