Google es conocida por tener el buscador más usado del mundo, el sistema operativo para móviles más popular, la red de publicidad on line más extensa... Pero la compañía con sede en Mountain View parece que prefiere mirar hacia el futuro. Y ese porvenir se llama inteligencia artificial, un campo de desarrollo donde está volcando todos sus esfuerzos.

El gigante tecnológico ha celebrado esta semana su conferencia anual de desarrolladores, donde se ha hablado del nuevo sistema operativo de Google (Android O), la realidad virtual o cómo Google ayuda a encontrar empleo. Pero el consejero delegado de Google, Sundar Pichai, dejó claro su intención: «Hoy estamos siendo testigos de un nuevo cambio de paradigma: la transición de un mundo mobile-first hacia uno de inteligencia artificial-first».

Las investigaciones de Google han llevado a la empresa a crear una nueva generación de circuitos integrados desarrollados específicamente para el aprendizaje de máquinas, a asociarse con investigadores y científicos para avanzar en la materia e incluso en la creación de redes neuronales: complejos modelos matemáticos que analizan millones de datos y que son capaces de aprender de forma autónoma. De hecho, la firma ha dicho que sus redes neuronales son capaces de crear otras redes neuronales. Es decir: inteligencia artificial que crea nueva inteligencia artificial.

Según Pichai, el objetivo de la compañía es «democratizar el acceso a la tecnología», abriendo sus propuestas de inteligencia artificial a toda la comunidad con la nueva web google.ai. Pero como no podía ser de otra manera, donde está aplicando ya los avances es en sus productos: el asistente Google Home aprende ya sobre los usuarios. Otro ejemplo es Google Lens: cómo usando la cámara del teléfono y enfocándola sobre cualquier objeto este es capaz de identificarlo: si se encuadra una flor, dirá de qué tipo es; si se enfoca un restaurante, se obtendrán opiniones y se podrá reservar.