El sector de los call center siempre se ha caracterizado por ser muy volátil. El fin o el comienzo de las campañas determina los picos de actividad y, por tanto, el incremento de unas plantillas en las que suele imperar la temporalidad. Los centros que GSS tiene en Ateca y Calatayud no están pasando precisamente por una de esas puntas de producción. Más bien al contrario. Y, según afirman fuentes de la plantilla, se trata de una situación que viene produciéndose desde hace un año, cuando la firma empezó a perder horas de contratación por parte de Vodafone, su cliente más fuerte. De hecho, llegó a haber 200 personas trabajando para el operador de telefonía y ahora hay unas 60.

En total, ambos centros llegaron a emplear en su pico de actividad (a principios del 2014) a más de 350 trabajadores, mientras que ahora hay unos 220, según las citadas fuentes, que apuntan, eso sí, que el recorte se ha producido prescindiendo sobre todo de empleados de ETT.

PREVISIONES "HALAGÜEÑAS" El director general de Global Sales Solutions Line (GSS) en Aragón, Fernando Duce, negó ayer el ajuste y aseguró que ambos centros han mantenido en los últimos tiempos una cifra estable de cerca de 400 trabajadores. Así, y aunque indicó que ahora se encuentran "en un momento de espera" ante el "lanzamiento de nuevos servicios", el exalcalde de Ateca señaló que las expectativas "son halagüeñas" para este año y el siguiente.

A finales del 2014, la empresa comunicó que iba a contratar a 300 teleoperadores en un plazo de seis meses y que a lo largo del 2015 pretendía alcanzar los mil empleados, unas cifras que no han llegado ni a atisbarse.

Hasta ahora, la compañía no pagaba nada por el alquiler de la nave que ocupa en Calatayud, de propiedad municipal. Esto, sin embargo, va a cambiar y tendrá que asumir un porcentaje (en torno al 25% del total). La razón es que no ha cumplido con el nivel mínimo de trabajadores.

Actualmente, el centro de Ateca, que abrió en mayo del 2011, presta sus servicios de atención telefónica a Obsidiana (grupo Bankinter), Mutua Madrileña, el RACC y La Tienda en Casa. Por su parte, el de Calatayud, que se inauguró en noviembre del 2013, trabaja para Vodafone, Sanitas y Remark (seguros). En el último año ambos call center han perdido clientes como Jazztel, Galp, Cetelem o Home English.

La gran mayoría de los teleoperadores de GSS Aragón son mujeres de entre 20 y 40 años que cobran unos 700 euros al mes. De los 220 trabajadores que hay actualmente en ambos centros, en torno a una cincuentena son temporales. De hecho, en su día llegó a haber dos ETT instaladas en la propia sede de la compañía y ahora aún queda una.