No fue un paseo triunfal. Todo lo contrario. El pleno del Parlamento Europeo aprobó ayer por un estrecho margen la nominación del exministro de economía español, Luis de Guindos, como nuevo vicepresidente del BCE. La propuesta, que fue ratificada por los pelos durante una votación secreta, recibió 331 votos a favor, 306 en contra y 64 abstenciones reflejo de la fuerte oposición que ha suscitado tanto su candidatura como el procedimiento seguido por el Eurogrupo.

Los Verdes intentaron hasta el último minuto aplazar la votación porque consideran que la respuesta remitida por el presidente del Eurogrupo, Mario Centeno, a la comisión de Asuntos Económicos de la Eurocámara no resuelve sus preocupaciones sobre nuevos nombramientos en la cúpula del BCE y garantías de que habrá en el futuro un mayor equilibrio de género.

En contra de esta posición se pronunció el conservador irlandés Brian Hayes que recordó que Guindos ya fue objeto de dos exámenes en la comisión de asuntos económicos y que avaló su nombramiento a finales de febrero aunque lo hizo también con un resultado bastante raspado: 27 a favor, 14 en contra y 13 abstenciones.