Vivimos en un tiempo en política de tres tiempos que nos envuelve y nos confunde: el anuncio, el proceso y el hecho. Me gustaría vivir en permanente campaña electoral para sentir al político inquieto, cercano y en permanente escucha activa, empeñado en convencer y en demostrar autenticidad; con los pies en la tierra, visitando comercios, centros cívicos, hospitales... y escuchando a los empresarios. Aunque por otra parte estamos hastiados de una campaña que por momentos parece insultar nuestra inteligencia, asimilándose a un incesante día de la marmota de palabras grandilocuentes y acciones decrecientes.

Lo que me gustaría escuchar de nuestros políticos son ideas para gestionar nuestra región, porque gestionar es más que administrar, recuperar la ilusión por ellos requiere que demuestren que son capaces de gestionar con eficiencia y eficacia, consiguiendo resultados, buscando recursos para conseguir ser una comunidad más prospera.

Lo cierto es que no hay más verdad que los hechos, y esto ya lo decía Cervantes en el Quijote cuando el hidalgo le decía a Sancho que el verdadero crédito estaba más en las acciones que en las palabras. La política ha perdido credibilidad porque se ha convertido en un fin en sí misma, compromisos desesperados cuando el sillón es su verdadero objetivo.

La política debería ser un medio con el fin de servir más y mejor a los ciudadanos y se ha desvirtuado. La percepción es que se hace política para captar votos y no en función de necesidades reales. Lo he vivido en legislaturas anteriores, hablan y hablan del emprendimiento y precisamente falta en nuestra política esa actitud emprendedora, con innovación, responsabilidad y esfuerzo. Hay mucha política de oídas, especialmente en materia empresarial.

La empresa necesita políticas y políticos emprendedores que se atrevan a mejorar la colaboración público-privada para hacer eficiente la gestión de los servicios y contribuir con la sostenibilidad del sistema. Aumentar la eficiencia de la Administración Pública, y mantener las inversiones y la prestación de servicios de calidad. Y algo más, les pido unidad, todos los actores se necesitan mutuamente.

Con todo esto, honestidad y compromiso auténtico, todos ganaremos en las elecciones y con la política... salga quien salga.