Hacienda publicará a partir del cuarto trimestre, tras el verano, la lista con los contribuyentes con deudas y sanciones pendientes por más de un millón de euros a 31 de julio de este mismo año. Esta es una de las novedades de la reforma de la ley general tributaria, aprobada por el consejo de ministros, dos años después de anunciarla. Siguiendo las recomendaciones del Consejo de Estado, no se incluirá a las personas y sociedades con deudas aplazadas, suspendidas o fraccionadas, que responden a prácticas legales.

Los afectados tendrán un trámite de alegaciones con carácter previo a la publicación y podrán impugnar la decisión de Hacienda por la vía contencioso-administrativa. A partir del 2016, la relación se publicará en el primer semestre con los datos al cierre del año anterior.

Pero además se tramitará un proyecto de ley complementario que permitirá la publicación parcial de sentencias condenatorias firmes por delito fiscal, insolvencias punibles y contrabando. Lo que se podrá conocer serán "aquellos aspectos que son estrictamente necesarios para cumplir la finalidad buscada", que no es otra que ser ejemplarizante, según fuentes del fisco.

Nada tienen que ver con estos cambios normativos, que modifican la regulación básica tributaria que prohíbe difundir cualquier dato de los contribuyentes, las 31.484 personas que en el 2012 se acogieron a la amnistía fiscal y que, según lo prometido por el Gobierno, saldaban toda deuda con Hacienda a cambio de un peaje del 10% sobre lo aflorado. De estos se ha investigado a 300 que regularizaron cantidades elevadas, que no cuadran con lo que declaran en su renta y otras anomalías, según explicó en el Congreso el director general de la Agencia Tributaria, Santiago Menéndez.

Al margen de los fraudes fiscales, el fisco remitió la información de 705 "personas políticamente expuestas", que aprovecharon la medida de gracia del Gobierno y entre las que está el exvicepresidente del Gobierno, Rodrigo Rato, a la comisión contra el blaqueo de capitales, el Sepblac. En estos casos, al margen de irreuglaridades tributarias se detectaron indicios de posibles delitos de blanqueo, una calificación más grave que la de fraude fiscal. El ministrto de Hacienda, Cristóbal Montoro, afirmó ayer que la ley le impedía facilitar detlles de este colectivo.

En cambio atribuyó los problemas de Rato a la obligación que se impuso en el 2013, tras la amnistía fiscal, de presentar una declaración informativa de los bienes y activos que se poseen en el exterior (impreso 720). Esa fuente de información ha hecho aparecer a más de 130.000 declarantes y bienes en el exterior con un valor de de 88.865 millones. Hacienda ha requerido este año a más de 7.000 contribuyentes que no presentaron esta declaración y que, según los datos obtenidosde la amnistía y otros, deberían haberlo hecho.

La reforma amplía las potestades de comprobación e investigación y regula el derecho a comprobar las obligaciones tributarias en el caso de ejercicios prescritos, siempre que sea preciso en relación con obligaciones de ejercicios no prescritos.