Las aseguradoras encauzan buena parte del dinero que los españoles apartan para la jubilación. Las pensiones privadas son un negocio con vigorosos crecimientos en parte gracias a las dudas acerca del modelo público de previsión social, que estos últimos días han sido atizadas por un globo sonda del Gobierno: la ampliación del número de años que se toman como base para el cómputo de las pensiones públicas. Grupos como el español Mapfre o el francés AXA se caracterizan por su ambición internacional, una diversificación de utilidad en esta mala coyuntura económica. En España el sector no perdió volumen de negocio en el 2009 pero el crecimiento fue del 1,2%, según la patronal Unespa. El motor fue el seguro de vida, que creció un 5,8% en primas.