Transformación. Fue la palabra más repetida ayer en la convención de directivos de Ibercaja celebrada en el Auditorio de Zaragoza, un cónclave que no se celebraba desde hacía cinco años y que supuso la puesta de largo del nuevo Plan Estratégico 2015-2017 y también del conejero delegado, Víctor Iglesias, nombrado recientemente en sustitución de José Luis Aguirre. La salida a bolsa en el año 2017 o el 2018 es el mayor reto al que se enfrenta la entidad y al que dirige todas las líneas de su renovada hoja de ruta. Para superar con éxito este hito, el banco aragonés tratará de dotarse de un modelo de negocio más competitivo y saneado con el fin de seguir siendo dueña de su destino.

El desembarco en el mercado bursátil y la entrada en su accionariado de nuevos inversores --por imperativo de la nueva regulación del sector bancario-- será un proceso trascendental para Ibercaja que determinará su futuro e independencia. Para afrontar este reto y tras la culminar la absorción el pasado año de Caja3 (CAI, Caja Badajoz y Caja Círculo de Burgos), la entidad quiere engrasar toda su maquinaria interna, lo que por deshacerse de activos improductivos --básicamente inmobiliarios-- y la desinversión en las empresas participadas que no se consideren estratégicas. En paralelo, acometerá una reestructuración de costes que pasará por reducir la plantilla y de la red oficinas.

Sin embargo, Amado Franco, presidente de Ibercaja, no quiso dar cifras ni detalles sobre estos planes de ajuste en la rueda de prensa previa a la convención, que reunió a más de 1.400 directivos. El banquero se limitó a señalar que "presumiblemente" habrá nuevos recortes de empleo, además del ERE que actualmente está en negociación para un máximo de 375 despidos, y que se han puesto a la venta edificios emblemáticos como la antigua sede de CAI de Independencia. Al tiempo, precisó que la participación en Aramón no está en cuestión porque se considera una empresas "estratégica".

MARCA CAI

Franco e Iglesias tampoco pusieron fecha a la desaparición de CAI y las otras dos entidades que formaban Caja3 como enseñas financieras. "Mientras sean marcas reconocidas por la clientela y tengan valor, permanecerán", apuntaron.

Sobre la cuestionada gestión de CAI y su losa inmobiliaria, que forzó su absorción por Ibercaja para evitar su nacionalización, Franco explicó que en el proceso de integración "no hemos encontrado irregularidades, pero sí sorpresas. Es como cuando te compras un piso y, cuando te pones a vivir en él, encuentras alguna gotera", respondió Amado Franco a preguntas de los periodistas.

En su opinión, lo importante es que Ibercaja ha salido fortalecida tras la integración de Caja3 y "ha sido una de las vencedoras" tras siete años de "durísima reestructuración" del sector financiero. De cara al futuro, apostó por conservar las fortalezas de la institución y aumentar los ratios de calificación bancaria. "Somos conscientes que por tamaño no vamos a ser una de las grandes entidades, pero queremos ser de las mejores por eficacia, solvencia, rentabilidad y calidad de los servicios", defendió. Por este camino, abundó, Ibercaja evitará ser fagocitada por sus competidores: "Siempre hemos sido objeto de deseo de los grandes bancos, pero si hacemos las cosas bien seguiremos en solitario".

"LA PRUEBA DEL 10"

El nuevo Plan Estratégico es "la prueba del 10" de Ibercaja, apuntó Víctor Iglesias. Y es que, la entidad aspira a tres sobresalientes: superar el 10% de fondos propios de primera calidad (core capital), obtener un 10% de rentabilidad (ROE) y ganar 10 puntos básicos (una décima porcentual) de cuota de mercado cada año. Otro de sus propósitos será trasladar su liderazgo en financiación de vivienda y el sector agrario a las empresas.

El consejero delegado apuntó que la salida al mercado bursátil se producirá cuando vean que se dan las condiciones "oportunas" de mercado. "Es un proyecto --agregó-- marcado por el regulador, que en Ibercaja vamos a convertir una oportunidad para acceder a los mercados para financiar crecimientos futuros y como palanca de mejora continua para la organización".

El máximo ejecutivo destacó también la "privilegiada" posición con que Ibercaja encara esta nueva etapa tras superar las pruebas de resistencia del Banco Central Europeo (BCE) y ensalzó sus "sólidas" fortalezas. Entre estas, se refirió al liderazgo en Aragón, Guadalajara, La Rioja, Burgos y Badajoz, territorios en los que la entidad mantendrá su "compromiso social".