El grupo Alibérico sigue cumpliendo la hoja de ruta que se marcó cuando adquirió la planta de Sabiñánigo (la antigua Inasa) en julio del 2014. La compañía madrileña acaba de triplicar la capacidad de producción de la fábrica de aluminio, denominada Iberfoil Aragón, tras invertir en los dos últimos años unos 15 millones de euros. La ampliación de la factoría, que emplea a 115 personas, incluye la instalación del «mayor y más moderno» laminador en frío de bobinas de aluminio de España.

El grupo ya prevé la contratación de nuevos trabajadores, aunque prefiere no cuantificarlos. «Iremos contratando poco a poco; también dependerá de la evolución de las ventas», subrayó ayer a este diario el presidente del grupo Alibérico, Clemente González Soler, tras la inauguración oficial de la nueva línea, a la que asistieron el presidente del Ejecutivo autonómico, Javier Lambán, y la consejera de Economía, Marta Gastón.

Con la nueva máquina, la planta serrablesa pasará a tener una capacidad de producción de 60.000 toneladas de hoja fina de aluminio al año, frente a las 20.000 actuales. Además, la factoría ampliará su gama de productos y entrará en otros mercados (como el industrial y del transporte), ya que el nuevo laminador permite fabricar bobinas de mayor grosor. En concreto, entre los 6 y los 0,2 milímetros, mientras que las tres laminadoras con las que ya contaba la planta producen con espesores de entre 0,2 y 0,006 milímetros.

EXPORTA EL 65% DE SU PRODUCCIÓN

Iberfoil Aragón trabaja para la industria farmacéutica y el sector de la alimentación (con sus hojas finas de aluminio se produce el envoltorio de los huevos Kinder o los blíster de los medicamentos). «El nuevo laminador nos va a permitir elevar nuestra cuota de exportación, que ahora ronda el 65%», destacó González Soler, que apuntó que en estos dos últimos años también se ha instalado una nueva línea de corte longitudinal, dos grandes hornos de recocido de hasta 50 toneladas cada uno y una rectificadora. Todo ello ha obligado a ampliar las naves actuales.

Poco después de adquirir la planta en el 2014, el grupo madrileño también barajó construir a medio plazo una nueva fundición en la planta serrablesa, que ya tuvo una en su etapa anterior. Sin embargo, la compañía ya no contempla este proyecto y se centrará en rentabilizar la inversión actual.

Iberfoil Aragón cerró el 2017 con una facturación de 42,4 millones de euros, frente a los 33 del 2015.