El nombre de la bolsa es volatilidad. El susto de Wall Street de la noche del lunes con pérdidas inesperadas del 4,6%, se ha convertido en la apertura de este martes en la recuperación de parte de los perdido en la víspera. Aunque antes se volvieron a registrar descensos en los mercados. "Hemos tenido una venta masiva de títulos, seguida de una compra masiva", ha explicado Peter Kenny, un analista independiente a la agencia Bloomber. "Se ha producido una variación de casi 1.000 puntos", ha añadido.

La errática evolución del mercado neoyorquino se contagió a los mercados europeos. Aunque antes los bolsas asiáticas y también las continentales había seguido la estela del mercado estadounidense. Ante la situación de máximos, los inversores prestan atención a cualquier indicio que pueda apuntar a los recortes. Con el nuevo presidente de la Reserva Federal, la expectativa de que la subida de tipos de interés sea mayor de lo previsto hasta ahora han llevado cierto nerviosismo a los mercados. La subida de tipos que resulta beneficiosa para la renta fija y los bancos, tiene efectos más nocivos para las expectativas de beneficios de las empresas y para las renta variable.

"Ni la situación económica de Europa, ni la situación de los mercados es igual que la de Nueva York, a la larga, no tienen porque seguir la misma tendencia", ha comentado Jaume Puig, director general de la gestora de GVC Gaesco. Lo que no quita sin embargo, que ante la situación de confusión de los mercados, Wall Street marque la pauta para todas las bolsas.

Tanto es así, que los indicadores europeos han seguido la evolución de Nueva York. Pese a que el Ibex 35 ha reaccionado con un recorte del 3,31% en las primeras horas de cotización. Tras la apertura de Nueva York, el indicador ha registrado cierta recuperación. Al cierre ha conseguido limitar los daños a una caída del 2,53% y cierra en los 9.810 puntos, el nivel más bajo de los últimos 11 meses. Lo mismo ha ocurrido con otros indicadores europeos, que han mejorado la evolución a media que ha avanzado la jornada, aunque las principales plazas han cerrado con descensos por encima del 1,8%.

Los analistas intenta dar una interpretación coherente a la situación: "Puede que las valoraciones sean demasiado exigentes a pesar del fuerte crecimiento de los beneficios empresariales; puede que el miedo a más subidas de tipos en EEUU de las deseadas por los operadores de mercado les haya llevado a reposicionar las carteras; o que los algoritmos que rigen los mercados de futuros tuvieran mayor incidencia de la habitual. Quién sabe si simplemente es una recogida de beneficios o si por el contrario estamos ante el inicio de un mercado bajista, apostamos por lo primero", ha afirmado Jorge González, director de inversiones de Tressis.